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El propio Miquel Navarro decidiera donar esta escultura al Estado Español con la condición de que se cediera a la organización.
Mislata ha recibido este viernes la visita del embajador de España ante la Unesco, Andrés Perelló Rodríguez. Tras ser recibido a las puertas del consistorio por el alcalde, Carlos Fernández Bielsa, y otros miembros de la corporación municipal, la primera parada ha sido el Salón de Plenos, donde Perelló ha firmado en el Libro de Honor de la ciudad por tratarse de su primera visita oficial a Mislata.
A continuación, Bielsa ha acompañado a Perelló al taller del artista mislatero Miquel Navarro. Y es que, la Unesco aceptó por unanimidad el pasado 29 de junio la donación del Estado Español de su obra ‘Ciudad Vigía’, que pasará a engrosar el Patrimonio Artístico del organismo de Naciones Unidas.
Asimismo, en este encuentro se ha adelantado en el mes de septiembre, se realizará el acto oficial de entrega de la obra a la Unesco.
Para el alcalde, Carlos F. Bielsa, «Miquel es, además de un amigo y un genio, un artista muy generoso, y lo ha demostrado con la donación de esta obra que llevará a la Unesco los valores de ciudad, de cultura y de defensa del arte que ponemos de manifiesto en Mislata».
En su propio taller y junto a la escultura que lleva por título ‘Ciudad Vigía’, el propio Miquel Navarro ha manifestado que “es un privilegio que la Unesco cuente con una de mis obras, porque así llegará a más gente, y trascenderá a más gente. Esta escultura ‘Ciudad Vigía’ representa la ciudad que mira, la observación de la propia humanidad».
Navarro donó la obra a España para que se cediera a la Unesco
El propio embajador de España ante la Unesco, Andrés Perelló Rodríguez fue el encargado de defender esta propuesta cultural ante el comité, después de que el propio Miquel Navarro decidiera donar esta escultura al Estado Español con la condición de que se cediera a la organización.
‘Ciudad vigía’ es una escultura de 150 kilos aproximadamente y un metro de altura, una pieza en acero corten que además puede ser albergada tanto en interior como en exterior, realizada por el artista en 2006, y que ejemplifica valores de convivencia, paz y derechos humanos.
Unos valores con los que Perelló defendió la propuesta ante el comité de expertos, apostillando que “esta obra representa en sí misma la Unesco en 150 kilos”.
