La familia es el círculo más cercano con el que contamos, capaz de envolver nuestra vida en una sensación de paz, sentido de pertenencia y felicidad como ninguna otra relación social existente. Ahora bien, esto no siempre sucede así, y los conflictos con las personas más cercanas tienden a ser los más complicados de resolver. Hay muchas situaciones que pueden llevar a los seres queridos a batallas legales que, si no se resuelven correctamente, condicionan el bienestar de los implicados a muchos niveles. Razón de peso por la que ponerse en contacto con los mejores abogados de familia es un acto de responsabilidad que no se puede pasar por alto en ningún caso.
El papel de los abogados en la gestión de herencias
El fallecimiento de un ser querido es un evento lo suficientemente duro por sí mismo como para, además, sumar al luto una disputa por la herencia. Ante esta realidad, incluso antes de entrar en cualquier tipo de discusión, lo más adecuado es contratar a los mejores abogados de herencias en Madrid, unos profesionales especializados en el derecho de familia que orientarán al cliente sobre cómo se realizan todos los trámites para finalmente adjudicar la herencia bajo el amparo legal.
Este procedimiento no es tan sencillo como simplemente leer la última voluntad del fallecido. Es importante revisar que se están cumpliendo aspectos esenciales como el respeto a la legítima o, con posterioridad, que se paga el Impuesto de Sucesiones en tiempo y forma. Por lo que insistimos: los abogados de herencias deben participar incluso si todos los herederos están de acuerdo entre sí.
Ahora bien, en caso de que haya desencuentros entre los herederos, su intervención es todavía más relevante. Entre otros, la impugnación de la herencia o la desheredación son procesos que pueden acarrear un gran coste para quienes pasan por ellos. Solo de la mano de los mejores abogados se conseguirá alcanzar un acuerdo justo o una sentencia satisfactoria.
Qué hacer en caso de divorcio
Al igual que las herencias, los divorcios destacan como episodios muy habituales en las familias. Si bien es cierto que la idea romántica del “juntos para siempre” puede ser el motivo por el que las personas se casan, el paso del tiempo puede cambiar las cosas drásticamente. En consecuencia, si un matrimonio va a poner fin a su relación, la intervención de los abogados es imprescindible.
Los bufetes especializados en dichos procesos asesoran a sus clientes para intentar seguir la vía amistosa si es posible, negociando entre ambas partes todos los acuerdos que va a implicar el final del matrimonio. Sin embargo, si esto es inviable, entonces se pasa a la vía judicial a través del divorcio contencioso. Un proceso que, sin un buen profesional, puede traer nefastas consecuencias para una de las partes.
La custodia de los hijos, el uso y disfrute de la vivienda común, las pensiones de alimentos o compensatoria… Estos temas son muy delicados y pueden condicionar el bienestar tanto financiero como emocional de quienes se divorcian. Razones más que suficientes como para que, si tienes pensado terminar con tu matrimonio, analices en detalle quiénes son los mejores abogados especializados a tu alcance.
Otros episodios legales de interés
Es indiscutible que los divorcios y las herencias son los casos más comunes en el derecho de familia; pero distan mucho de ser los únicos. Ante tal realidad, lo más recomendable es quedarse con los bufetes que ofrecen otros tantos servicios especializados en dicha área jurídica, resolviendo con eficiencia cualquier conflicto que se ponga por delante.
El derecho de visitas de los abuelos es otro ejemplo de cómo los abogados pueden actuar para mediar por la integridad del núcleo familiar, asegurando una buena relación entre los abuelos y los nietos. Algo que es totalmente extrapolable al derecho a visitas de los hermanos, tíos y primos.
Por otro lado, las emancipaciones también corren a cargo de los bufetes de derecho de familia, así como los casos de filiación.
Sea como sea, rodearse de un buen equipo de abogados es primordial para obtener sentencias óptimas; evitando grandes daños económicos y psicológicos en las disputas con los seres queridos.