Aunque en la actualidad la mayoría de los profesionales de la cerrajería se forman en escuelas técnicas, el oficio de cerrajero es uno de esos oficios tradicionales que se transmiten de persona a persona, incluso por herencia. Poder abrir puertas de inmuebles, edificios y automóviles; reparar cerraduras, candados y cerrojos; fabricar llaves maestras, y conocer todos los secretos de la profesión es todo un arte.
Es más, todo cerrajero valencia sabe que hoy en día, además de todo lo anterior, también debe saber cómo reparar y llevar el mantenimiento de todo tipo de puertas automáticas, además de saber instalar y reparar persianas, codificar diferentes clases de llaves o configurar elementos automáticos en puertas y vehículos, puesto que la profesión, no solo no ha dejado de estar vigente, sino que ha evolucionado y continúa siendo imprescindible.
Qué herramientas utiliza un cerrajero
Dependiendo del motivo de la llamada y del tipo de puerta o mecanismo que tengan que abrir o reparar, los cerrajeros utilizan una gran gama de herramientas para llevar a cabo su oficio. Desde ganzúas hasta destornilladores, pasando por limas metálicas, martillos, pinzas, candados, brocas, taladros, formones, machuelos y diferentes tipos de llaves españolas y estriadas.
Todo este material era fabricado en la antigüedad por los herreros, que eran quienes también ejercían el oficio de cerrajeros en muchas ocasiones. Pero antes de llegar a los herreros y sus forjas, tan típicos de los escenarios medievales, ya en la antigua China y Egipto existían las cerraduras, de hecho, a estos dos se les atribuye su invención. Invento que fue utilizado por las siguientes civilizaciones hasta llegar a nuestros días.
Una curiosidad digna de ser mencionada dentro de este oficio, son los “cerrajero reales”, es decir, los que trabajaban para la Corona y que tenían la obligación de prestar juramento antes de poder ejercer su oficio en Palacio. El último de estos cerrajeros de la Corte fue Vicente Mallol que sirvió como cerrajero real en la corte de Isabel II. Pero desde esa época hasta ahora las cosas han cambiado mucho.
La tecnología y el oficio de cerrajero
De sobra es sabido que la tecnología ha influido en todas las capas de la sociedad, desde la educación hasta la medicina, por lo que no es extraño suponer que también ha hecho su aparición en la cerrajería para darle un vuelco total a la profesión. El mecanismo de cierre utilizado en las primeras cerraduras metálicas ha permanecido inalterado durante muchos siglos, sin embargo, la automatización ha venido para garantizar mayor seguridad.
Hemos pasado de las clásicas cerraduras con sus llaves a puertas digitales con códigos y sensores de huella dactilar, o incluso reconocimiento facial. Lo que parecía ciencia ficción hace unos pocos años, es ya una realidad al alcance de casi cualquiera. Esta evolución, tan rápida y contundente, no solo ha transformado a la cerrajería en sí, sino que también ha cambiado el oficio de cerrajero.
Por este motivo, cuando buscamos un proveedor de servicios de cerrajería no solo hay un gran número de empresas donde elegir, sino que la competencia es más feroz que nunca. Ya son pocos los talleres de cerrajería familiares o pequeños, las grandes empresas de cerrajería han irrumpido como las cadenas de alimentación para expandirse por todo el territorio nacional. Cadenas que compiten en precio con los pequeños cerrajeros de toda la vida.
Y aunque, algunas de estas grandes empresas puedan centrarse en grandes proyectos de cerrajería comercial con sistemas de seguridad avanzados, tampoco renuncian a prestar servicios para particulares y locales comerciales de su localidad o entorno más cercano. Esto puede suponer el hundimiento de pequeños talleres, pero como defiende el capitalismo: “Es el mercado, amigos”.
Sea como fuere, los cerrajeros saben que, si quieren sobrevivir en un oficio cada vez más especializado y demandado, tienen que reciclarse constantemente. No solo tienen que digitalizarse, sino también digitalizar su negocio, teniendo presencia en internet, puesto que, en la actualidad, las búsquedas de cerrajeros son principalmente por este medio. Cada vez son menos las personas que recurren al cerrajero de la esquina, quizá porque no sabe ni que existe.
Internet y las cerrajerías
Lo que no está en internet no existe, esto es una máxima que se cumple para todo tipo de negocios, por lo que, los cerrajeros, sin importar el tamaño de su empresa, tienen la obligación de tener presencia en internet si quieren tener clientes. Esto conlleva no solo tener una página web, con información sobre sus servicios, sino también destacarse sobre la competencia. Una competencia cada vez más difícil de superar.
Pero, como todo negocio que quiera sobrevivir, los cerrajeros tienen que invertir parte de su presupuesto en atraer clientes en el mundo virtual. Atrás quedó colgar el cartel de su oficio en la puerta del local, esto puede que funcione en entorno rural, pero en las ciudades, por pequeñas que sean, internet es imprescindible para no desaparecer. Así ha pasado de ser el oficio tradicional más artesanal al más demandado y exigente.
Cerrajeros Valencia Origin-go®
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