Cuatro referentes del conocimiento fueron distinguidos como “Magnos de la Excelencia 2025” en una gala que reivindicó el valor del doctorado en la transformación social. Una gala para reconocer a quienes lideran el conocimiento.
La Sala “Alfons el Magnànim” del Centro Cultural La Beneficencia acogió ayer la II Gala de los Doctores de la Comunidad Valenciana, un evento que rindió homenaje a cuatro figuras destacadas del ámbito académico e investigador. Ante un público entregado, fueron proclamados “Magnos de la Excelencia 2025” los doctores: Ana Lluch Hernández, referente internacional en oncología, con más de 200 publicaciones y 16 proyectos de investigación; Juan Carlos Crespo de la Rosa, cirujano especializado en medicina regenerativa, con más de 150 artículos científicos.; Vicente Juan Botti Navarro, pionero valenciano en inteligencia artificial, Premio Nacional de Informática y miembro distinguido por la Asociación Europea de IA; y María Josefa Ridaura Martínez, jurista reconocida a nivel estatal, vicepresidenta del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional y ex presidenta de los constitucionalistas españoles.
El acto, impulsado por la Asociación Profesional de Doctores de la Comunidad Valenciana, puso de relieve el papel de los doctores como líderes sociales, científicos y culturales.
El vicepresidente de la Asociación Profesional de Doctores de la Comunidad Valenciana, Pedro Adalid, inauguró el acto con unas palabras llenas de profundidad humanista:
“Hoy celebramos no solo la excelencia académica, sino la vocación de servir a la sociedad a través del conocimiento. Ser doctor no es únicamente poseer un título, sino asumir una responsabilidad ética con nuestro tiempo. En este momento histórico, marcado por desafíos globales, necesitamos más que nunca voces críticas, pensamiento riguroso y compromiso con el bien común. Esta gala es también una llamada a defender la cultura, la ciencia y la razón como fundamentos del progreso”.
La ceremonia estuvo marcada por una cuidada puesta en escena. El joven virtuoso Zihao Zou, de solo 11 años, emocionó al público con su actuación al piano y violín. El broche musical llegó con el Canon «Sanctus» de Pachelbel, interpretado por el grupo Lutz Cavero, combinando voces líricas y piano en una atmósfera solemne.
El arte también tuvo protagonismo: cada homenajeado recibió una litografía personalizada del artista Antonio Camaró, símbolo de una excelencia que traspasa lo académico. Camaró, embajador cultural del evento, reiteró el vínculo entre arte y ciencia como motores complementarios del progreso.
“El arte y la ciencia son, en esencia, una misma búsqueda: comprender lo invisible. Ambos elevan al ser humano, lo sitúan frente a lo trascendente, y nos recuerdan que el conocimiento no es propiedad de unos pocos, sino un bien común. Dedico estas obras a quienes, desde la razón y la sensibilidad, construyen un mundo más justo y luminoso”, declaró emocionado el artista.
En su intervención de clausura, el presidente de la asociación, José Francisco Tárrega, trazó un recorrido histórico por el origen del doctorado desde las universidades medievales hasta su papel actual en la producción de conocimiento. Tárrega advirtió sobre la “devaluación” del grado universitario en el mercado laboral y abogó por “reforzar la visibilidad del doctorado como herramienta de transformación social, innovación y liderazgo en la economía del conocimiento”.
También celebró avances recientes, como la revalorización del título en baremos autonómicos y el impulso al doctorado industrial, aunque reclamó más apoyo institucional para su reconocimiento público.
“El hecho de que más personas accedan al doctorado no significa que se valore adecuadamente”, afirmó. Y concluyó con una cita de Spinoza: “Entender es ser libre. Por eso, los doctores son los más libres de todos los hombres”.
Durante la gala también se recordó a los premiados de la edición anterior —María Gómez, Frank Silvestre y Rafael Torres—, cuyas ponencias sirvieron para divulgar el impacto de la investigación. La asociación anunció que los nuevos galardonados participarán en un ciclo de conferencias para dar a conocer su trabajo a lo largo del año.
La gala fue posible gracias al apoyo de entidades mecenas que hicieron realidad el evento. Entre otros, colaboraron la Fundación Antonio Camaró, la Diputación Provincial de Valencia, el sindicato CSIF, el Ilustre Colegio Oficial de Médicos, Cámara Valencia, Bodegas Hay, el grupo Alma, la Fundación Altius y Fran Silvestre Arquitectos, quienes reafirmaron su compromiso con la promoción del conocimiento, el arte y la excelencia académica.
El evento finalizó con un vino de honor en los jardines de La Beneficencia, donde asistentes de distintos ámbitos celebraron el valor del conocimiento como elemento clave para construir una sociedad más justa e innovadora.