NULL
La subida de la luz, agravada por el tope del gas, no solo afecta a los hogares y las empresas, sino también a las entidades de riego que necesitan la energía eléctrica para bombear las aguas subterráneas o superficiales hasta las explotaciones agrarias.
Un ejemplo especialmente llamativo que denuncia la Asociación Valenciana de Agricultores es la comunidad de regantes Serra y Pla –que cubre una extensión de 300 hectáreas de cítricos, caquis, frutales e invernaderos en Alfarp (Ribera Alta).