La Generalitat Valenciana ha finalizado la reconstrucción del puente de la CV-33 sobre el barranco del Poyo, en Torrent, una infraestructura clave para la movilidad en el área metropolitana de València que fue destruida por las inundaciones de octubre pasado. Con un tráfico diario de 48.000 vehículos —2.000 de ellos camiones—, este viaducto es vital para la conexión entre Torrent y València.
El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, ha supervisado la reapertura junto a la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, y el alcalde de Aldaia, Josep Almenar. Martínez Mus ha destacado que “la obra se ha ejecutado en solo ocho meses, cuando normalmente habría requerido más de dos años”, subrayando que la reconstrucción, valorada en 12,5 millones de euros, incorpora elementos de resiliencia frente a fenómenos climáticos extremos, como cimentaciones profundas de hasta 12 metros.
Durante su visita, el conseller ha calificado la intervención como un “triunfo colectivo” y ha agradecido el trabajo de técnicos y empresas que han trabajado intensamente, incluso en condiciones adversas, para acelerar la recuperación. El puente quedó destruido tras el colapso del estribo en dirección a València, lo que comprometió los pilares de la estructura. Desde el 30 de octubre, se inició la limpieza del tramo afectado y la apertura parcial del tráfico por la CV-366.
Por su parte, la alcaldesa Amparo Folgado ha valorado la importancia de la infraestructura para Torrent y toda l’Horta Sud, y ha subrayado que “hoy es un día muy importante para los torrentinos”, agradeciendo el compromiso del presidente Carlos Mazón y la Consellería. Folgado ha informado que ya están operativos tres carriles y que antes de agosto se espera contar con cuatro, gracias al refuerzo del puente paralelo utilizado durante las obras.
Con la reapertura del puente de la CV-33, Torrent y toda la comarca de l’Horta Sud dan un paso decisivo hacia la recuperación completa tras las graves lluvias del pasado otoño.