La etapa universitaria es una de las que, sin duda, van a marcar nuestra vida y, en parte, definir nuestra personalidad como personas adultas. Y, por ello, es fundamental reflexionar cualquier decisión que influya en su desarrollo. Elegir dónde vivir durante esta etapa es una de esas decisiones que no se debe tomar a la ligera, y en ello influye, entre otras cosas, la ciudad en la que vayamos a ir a la universidad.
En Alicante, una ciudad mediterránea con un gran ambiente juvenil y repleta de vida, las residencias universitarias se consolidan como una opción cada vez más atractiva frente al alquiler de pisos. En este artículo, analizamos por qué.
¿Por qué elegir una residencia universitaria?
Las residencias universitarias en Alicante combinan la comodidad de tenerlo todo a mano con el dinamismo propio de la ciudad y, por supuesto, con el ambiente universitario. Suelen situarse cerca de los campus de la Universidad de Alicante y de la Universidad Miguel Hernández, lo que hace que el trayecto diario hacia la universidad sea más ameno. Y, de cara al tiempo de ocio, la mayoría cuentan con buenas comunicaciones de transporte al centro urbano.
Otra de las ventajas de escoger una residencia universitaria es la comodidad que supone tener todos los servicios incluidos: limpieza, mantenimiento, alojamiento, WiFi y, si quieres, dietas. Además, cuentan con instalaciones diseñadas para un uso común donde compartir tiempo con otros universitarios: gimnasio, lavandería, salas de estudio, etc.
Además, vivir en una residencia universitaria exime de hacer frente a costes como las facturas de luz, agua o internet que, en caso de vivir en un piso compartido, hay que pagar.
Alicante, una ciudad llena de vida universitaria
La capital alicantina es una de las mejores ciudades donde pasar la etapa universitaria, porque aúna muchos de los factores que hacen que esta sea inolvidable: cultura, ocio, playa, buen clima y gastronomía.
Desde las residencias hay buena comunicación y medios de transporte hacia las zonas más transitadas: el casco antiguo, el puerto o el barrio de Benalúa, uno de los barrios históricos de Alicante donde más gente joven se concentra.
Debido, precisamente, a la intensa vida universitaria y a la apertura de Alicante a nivel turístico, es una ciudad con un ambiente social multicultural muy interesante. La convivencia entre personas de diferentes ciudades, países y religiones supone un gran enriquecimiento personal durante la etapa universitaria.
En definitiva, vivir en una residencia es mucho más que tener un techo. Significa formar parte activa de la vida universitaria y urbana de una ciudad abierta, acogedora y con un claro espíritu mediterráneo.