La organización LA UNIÓ ha alertado sobre las primeras pérdidas por las lluvias recientes en el campo valenciano, que suman aproximadamente 3 millones de euros. Los cultivos más afectados se encuentran en unas 23.000 hectáreas repartidas entre las comarcas de la Ribera Alta, Ribera Baixa, l’Horta Sud, la Safor, la Vall d’Albaida, la Costera y la Marina Alta.
El secretario general de LA UNIÓ, Carles Peris, ha explicado que estas lluvias, que en algunos casos estuvieron acompañadas de pedrisco, han causado daños principalmente en cultivos pendientes de cosecha, como los cítricos (naranjas y mandarinas), el caqui y las hortalizas, especialmente la patata. En las naranjas y mandarinas, el impacto del granizo y el exceso de humedad han provocado pixat y aguado, afectando la calidad. Además, se prevé un aumento de los tratamientos con fungicidas para combatir hongos tras el episodio de precipitaciones.
Las lluvias, con registros que superaron los 200 litros en pocas horas en algunas localidades, también han provocado arrastres de tierra y daños en infraestructuras de riego. Por otro lado, en zonas no afectadas, estas lluvias son beneficiosas, ya que disminuyen la necesidad de riego y recargan las reservas hídricas, además de mejorar la calidad del pasto y de las balsas para la ganadería extensiva. También favorecen el desarrollo de los cítricos y ayudan a eliminar plagas y enfermedades.
Para mitigar las consecuencias en las explotaciones dañadas, la entidad solicitará la distribución urgente y gratuita de productos fungicidas y cicatrizantes. LA UNIÓ recuerda que los siniestros están cubiertos por los seguros agrarios y pedirá a Agroseguro acelerar las peritaciones para garantizar indemnizaciones rápidas. Asimismo, propondrá al Ministerio de Agricultura la supresión de franquicias en estos seguros en casos de daños extraordinarios causados por fenómenos meteorológicos graves.
Además, reclamará que la Generalitat, a través de la Conselleria de Agricultura, establezca ayudas directas urgentes con fondos propios para los agricultores y ganaderos afectados, junto con la condonación del IBI en parcelas y construcciones, que se compensaría a los ayuntamientos mediante los Presupuestos Generales del Estado. También se plantean medidas para alivio fiscal y social de los autónomos agrarios, como bonificaciones y aplazamientos en cuotas de la Seguridad Social, así como ajustes en el IRPF para producciones dañadas.
Entre las demandas de LA UNIÓ figuran el establecimiento de líneas de crédito a cinco años, con carencia y bonificación de intereses, destinadas a explotaciones agrícolas con daños superiores al 30%.
Carles Peris ha afirmado: «Estas adversidades suponen un golpe significativo para el sector agrícola, por lo que es imprescindible que las administraciones actúen de forma rápida y eficaz para minimizar el impacto.»