La conexión entre Turís y Altury, en la comarca de la Ribera, se restablece con la reciente apertura al tráfico del puente de la Fallereta. Esta infraestructura ha sido adaptada a la nueva orografía del cauce del río Magro y triplica la capacidad hidráulica que tenía antes de su reconstrucción. El presidente de la Diputació de València, Vicent Mompó, y la vicepresidenta Reme Mazzolari han sido quienes han inspeccionado los trabajos terminados en esta importante obra que beneficia a más de 400 vecinos de la urbanización Altury.
Durante la visita, Mompó destacó la «máxima prioridad» de recuperar esta conexión. Antes de la apertura, los residentes se veían obligados a rodear varios kilómetros para acceder a servicios básicos en Turís. «La nueva orografía que dejó la dana ha condicionado toda la reconstrucción», resumió Mompó, indicando que, para unir las partes del cauce, el nuevo puente es más del doble de largo que el original, que había quedado aislado.
La intervención, valorada en 2,8 millones de euros, ha permitido no solo restablecer la conexión, sino también aumentar significativamente la capacidad hidráulica del puente, garantizando una mayor seguridad al permitir el paso de vehículos de gran tamaño. Mazzolari, por su parte, subrayó la complejidad técnica de los trabajos, acentuada por las constantes inundaciones procedentes del embalse de Forata durante el desarrollo de la obra. La colaboración con la Confederación Hidrográfica del Júcar fue clave para mitigar posibles retrasos en la apertura del puente.
El proyecto ha incluido la ampliación de los cimientos en el lado de Turís, donde se han utilizado escollera para prevenir deslizamientos. En Altury, se ha consolidado el terreno con piedra y tejido geotextil, haciendo hincapié en la estabilidad de la infraestructura. Asimismo, el cauce del barranco ha sido reordenado para proteger la obra, que finalmente ha sido reacondicionada con nuevos elementos estructurales, permitiendo así su uso.