Un año después de la dana que devastó parte de Torrent, el Ayuntamiento iniciará la próxima semana la demolición de los edificios situados en la calle Maestro Fortea nº 1, 3, 5 y 7, y en la Carretera Mas del Jutge nº 2, gravemente dañados por el temporal de octubre de 2024. Los inmuebles, que albergaban un total de 56 viviendas, fueron declarados en ruina inminente el pasado 29 de septiembre, tras constatarse el riesgo de colapso estructural derivado de la erosión causada por las aguas torrenciales.
La dana afectó especialmente a la confluencia de los barrancos de l’Horteta y del Poyo, junto al puente de Quatre Camins, una de las zonas más castigadas del municipio. Los informes técnicos municipales y de una consultora externa determinaron que la virulencia del agua provocó graves daños en la cimentación y en los muros de contención, comprometiendo la estabilidad de los edificios.
Para ejecutar los trabajos de demolición con seguridad, el Ayuntamiento ha previsto el cierre total del puente de Quatre Camins los días 3, 4 y 5 de noviembre. Durante ese periodo, el paso de vehículos estará restringido las 24 horas, y el de peatones, entre las 8:00 y las 18:00 horas. También permanecerá cerrado de lunes a viernes, durante todo el día, el paso inundable de Maestro Fortea.
De la dana a la ruina: un año de seguimiento técnico
La decisión de derribar los inmuebles culmina un proceso de seguimiento iniciado tras la catástrofe. En noviembre de 2024, un decreto municipal ya ordenó el desalojo y precinto de los edificios ante el peligro detectado. Meses después, el Ayuntamiento confirmó oficialmente la situación de ruina inminente y aprobó su demolición mediante procedimiento de emergencia.
El derribo se integra en las actuaciones de emergencia del programa municipal de reconstrucción impulsado por el Ayuntamiento para reparar las zonas afectadas por la dana. La intervención permitirá garantizar la seguridad pública y continuar con las obras de estabilización del talud y la reconstrucción del colector norte de aguas residuales, que resultó destruido por la riada.
Según los informes técnicos, la presencia de los edificios impedía ejecutar con seguridad los trabajos de reconstrucción del terreno y de la infraestructura hidráulica, por lo que su demolición es un paso imprescindible para restaurar la seguridad del entorno.
El concejal de Urbanismo, José Gozalvo, ha subrayado que “este derribo es una medida necesaria y urgente para garantizar la seguridad de las personas y poder continuar las obras de reconstrucción del entorno del barranco del Poyo y l’Horteta”. El edil ha recordado que “el Ayuntamiento lleva un año trabajando con informes, mediciones y estudios técnicos muy exhaustivos para actuar con todas las garantías”.
Asimismo, Gozalvo ha destacado que la demolición “permitirá acometer las obras de estabilización del barranco, recuperar la seguridad hidráulica de la zona y avanzar en la recuperación completa del Mas del Jutge, uno de los lugares más castigados por la dana”.
El concejal también ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a los vecinos: “Somos conscientes del impacto emocional que tiene ver desaparecer estas viviendas, pero la prioridad absoluta del Ayuntamiento ha sido, y será siempre, la seguridad de nuestros vecinos y la reconstrucción segura de Torrent”.
El presupuesto total de los trabajos asciende a 526.024,53 euros, incluyendo la demolición, la gestión de residuos, la dirección de obra y la coordinación de seguridad y salud. Las obras se realizarán de forma escalonada y coordinada con los trabajos hidráulicos que se desarrollan actualmente en el entorno.