La Generalitat Valenciana ha licitado el contrato para la redacción del proyecto y la ejecución de las obras, así como su dirección facultiva, para la edificación de viviendas con procesos y sistemas industrializados en Torrent y Albal.
Se trata de las primeras viviendas industrializadas de protección pública en marcha para atender la necesidad habitacional en las zonas afectadas por la DANA. Esta actuación forma parte del Plan Vive Dana que la Generalitat está desarrollando.
Para responder a esas exigencias habitacionales, la Generalitat ha puesto en marcha instrumentos como el Plan Vive, para impulsar la construcción de vivienda protegida en todo el territorio, y el Plan Vive Dana, un proyecto para construir casas industrializadas en los municipios afectados por la riada, que arrancará con una fase inicial de 250 viviendas.
Las primeras viviendas industrializadas se alzarán en Torrent, en la calle Maestro Sosa, 26, y en Albal, en la calle Alcàsser, 30. Ambos solares son propiedad de la la Entidad Valenciana de Vivienda y Suelo (EVHA), y se estima que en cada uno de ellos se construyan entre 30 y 35 viviendas. Estos los inmuebles se destinarán a alquiler asequible.
El valor estimado de los contratos para las dos edificaciones en Torrent y Albal es de 13.749.618 euros. El contrato se divide en cuatro lotes, dos de ellos correspondientes a obra con proyectos y los otros dos a las correspondientes direcciones de obra.
Desde la Generalitat se considera necesario avanzar en la línea de la construcción industrializada de vivienda de protección pública como la opción más conveniente dada su rápida ejecución y puesta en uso. Tanto es así que la previsión es que en un plazo de 12 meses se ejecuten los trabajos de redacción de los proyectos, básico y de ejecución, y la ejecución de las obras de edificación.
Estas nuevas fórmulas de construcción permiten reducir plazos de ejecución, mejorar el control de la calidad y garantizar la eficiencia energética.
¿Qué diferencia una vivienda industrializada de una vivienda prefabricada?
Mucha gente tiende a pensar que “viviendas industrializadas” y “viviendas prefabricadas” son lo mismo, pero en realidad no lo son. La diferencia es importante, sobre todo cuando hablamos de proyectos de vivienda pública.
Las viviendas prefabricadas se basan en piezas o módulos estandarizados que se fabrican en una planta y se trasladan después al solar para montarlas. Son más rápidas de ejecutar que una obra tradicional, pero suelen ofrecer menos margen de adaptación y se asocian muchas veces a soluciones temporales o de menor complejidad.
Las viviendas industrializadas, en cambio, dan un paso más allá. No se trata solo de montar piezas, sino de aplicar procesos de ingeniería avanzados, similares a los de la automoción, que permiten un mayor control de calidad, mayor eficiencia energética y más posibilidades de personalización. El resultado son viviendas definitivas, duraderas y con los mismos estándares que una obra convencional, pero con plazos mucho más cortos.