El Ayuntamiento de Torrent ha comenzado una actuación de emergencia para demoler 45 viviendas gravemente afectadas por las inundaciones que la DANA provocó en la Comunitat Valenciana el 29 de octubre de 2024. Esta intervención responde a los daños severos causados en infraestructuras y viviendas, así como a la interrupción de servicios básicos como la electricidad y el agua potable en la localidad.
Las lluvias intensas ocasionadas por la DANA superaron los 400 litros por metro cuadrado en varias áreas del centro y sur de la provincia de Valencia. En Torrent, los barrancos del Poyo y de l’Horteta se desbordaron, generando inundaciones que causaron daños significativos. Tras exhaustivas inspecciones, se han encontrado daños estructurales en las edificaciones cercanas a estos barrancos, algunas de las cuales presentan riesgo inminente de ruina.
La demolición de estas estructuras tiene como objetivo principal garantizar la seguridad pública y se llevará a cabo prioritariamente desde el casco urbano hacia las áreas más dispersas. Se estima que la obra tendrá un coste total de 471.296 euros y un plazo de ejecución de tres meses.
La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, ha expresado su compromiso con la seguridad de los residentes: «La prioridad del Ayuntamiento de Torrent es proteger la vida y la seguridad de nuestros vecinos tras la grave situación provocada por la DANA». Folgado añadió que los esfuerzos están orientados a eliminar los riesgos estructurales que persisten en la ciudad, asegurando que estas acciones no generarán costos para los propietarios de las viviendas afectadas.
El Ayuntamiento se ha comprometido a utilizar todos los recursos necesarios para aliviar la carga económica sobre las familias afectadas y está realizando un seguimiento riguroso de los trabajos mediante certificaciones mensuales. Además, se han implementado estrictas medidas de seguridad y salud para proteger a los trabajadores y a la ciudadanía durante el proceso de demolición.
Con esta actuación, el Ayuntamiento no solo busca recuperar la seguridad en las zonas afectadas, sino también contribuir a la normalización del entorno tras los devastadores efectos de la DANA.