L’Eliana ha cerrado el mes de marzo sin registrar ningún robo en viviendas, según ha informado el Ayuntamiento, un hito destacado que se suma a la reducción de delitos en comercios y que refuerza su posición como uno de los municipios más seguros y con mayor calidad de vida de la provincia de Valencia.
Este logro es fruto de una estrategia integral de seguridad impulsada por el Ayuntamiento, que combina el refuerzo de la plantilla policial, la implantación de tecnología de última generación y la colaboración ciudadana.
En los últimos meses, se han instalado más de 140 cámaras de videovigilancia repartidas por puntos estratégicos como accesos por carretera y metro, zonas comerciales, aparcamientos o carriles bici. Además, el sistema se ha complementado con tecnología OCR de lectura de matrículas, capaz de detectar en tiempo real vehículos con alertas activas y generar avisos automáticos para la Policía Local.
La plantilla policial también se ha ampliado hasta las 40 plazas y dispone ahora de herramientas basadas en inteligencia artificial que permiten obtener estadísticas mensuales sobre zonas, horarios y días con mayor incidencia delictiva, facilitando así una planificación más precisa y eficaz de los recursos.
El alcalde de L’Eliana, Salva Torrent, ha felicitado públicamente a la Policía Local por su labor y ha agradecido la implicación vecinal: “Seguiremos invirtiendo en la tranquilidad de nuestros vecinos y vecinas. Queremos continuar siendo un municipio libre de robos, y para ello destinaremos otros 50.000 euros a nuevas actuaciones dentro del proyecto de Smart City”.
Torrent ha hecho también un llamamiento a la ciudadanía para que siga colaborando con la Policía ante cualquier comportamiento sospechoso, destacando que “la seguridad es una tarea compartida”.
El modelo de seguridad de L’Eliana se basa en una combinación de tecnología avanzada, vigilancia colaborativa y participación vecinal, elementos que están convirtiendo al municipio en un referente provincial en gestión inteligente de la seguridad urbana. En un entorno residencial extenso y de alta demanda, los datos de marzo suponen un impulso importante hacia un modelo de convivencia más seguro y conectado.