El Seat León hace honor a su nombre en muchos sentidos. Este coche, como el rey de las bestias, combina potencia, velocidad y fiabilidad. Sin embargo, con el tiempo, incluso los mecanismos más resistentes están sujetos a desgaste, y los propietarios deben tener en cuenta las peculiaridades de funcionamiento y los puntos débiles del modelo.
Desarrollado sobre la plataforma A4 de Volkswagen, el Seat León comparte arquitectura con modelos como el VW Golf IV, Audi A3, Skoda Octavia Tour y otros. A diferencia de ellos, el utilitario español recibió un diseño más agresivo y un carácter más deportivo. El coche se fabricó exclusivamente en carrocería de cinco puertas, lo que lo hacía más práctico, pero al mismo tiempo no le restaba espíritu deportivo. A pesar del tamaño compacto de la batalla, el interior es ergonómico, y los asientos delanteros deportivos con marcada sujeción lateral acentúan su dinamismo.
Con el tiempo, el Seat León empieza a mostrar problemas típicos. Una de las quejas frecuentes de los propietarios son los daños en los parachoques. El paragolpes delantero Seat León 2 es especialmente vulnerable a los daños mecánicos, y sus fijaciones pierden rigidez con el tiempo. En invierno, los propietarios se enfrentan al agrietamiento del plástico debido a las fluctuaciones de temperatura. El parachoques trasero también sufre de estacionamiento descuidado, y su sustitución es costosa. Además, hay que tener en cuenta los problemas de coloración de la carrocería: la capa protectora de pintura puede adelgazarse, lo que provoca la aparición de microfisuras.
La gama de motores del Seat León ofrece una amplia variedad de motores, desde el atmosférico 1.4 litros hasta el potente 1.8T turboalimentado. El más fiable y sin pretensiones es la unidad de 1,6 litros con 8 válvulas. Se caracteriza por una gran facilidad de mantenimiento, y el coste de su conservación sigue siendo relativamente bajo. Al mismo tiempo, los motores 1.8 T, populares entre los aficionados a la conducción activa, requieren un cuidado más atento. La turbina de este motor es capaz de servir durante mucho tiempo bajo la condición de un funcionamiento correcto, pero en caso de sobrecalentamiento o apagado inadecuado el recurso del motor se reduce notablemente.
No se olvide de los puntos débiles de las unidades de potencia. Con el tiempo, los motores de 1,8 T desgastan el electrohidráulico del mecanismo de ajuste de fase, y la junta de la carcasa puede perder su estanqueidad. También son problemas frecuentes la destrucción del rodete de plástico de la bomba y el fallo de las bobinas individuales de encendido. Se aconseja a los propietarios de las versiones diésel que limpien regularmente el mecanismo de cambio de geometría de la turbina, ya que de lo contrario la suciedad puede provocar su incrustación.
Entre otros problemas del Seat León cabe destacar un aislamiento acústico insuficiente y una ubicación no muy acertada de la luneta trasera, debido a lo cual la visibilidad se resiente. Con el tiempo, el sistema de escape puede traquetear, y los soportes de plástico del selector de marchas son propensos al desgaste. Los propietarios también deben vigilar el estado de las cerraduras de las puertas, ya que los interruptores de límite incorporados fallan a menudo.
En cuanto a las transmisiones, la gran mayoría del León está equipado con una caja de cambios manual. Sin embargo, también hay versiones con transmisión automática, que en general han demostrado ser fiables, pero requieren un cambio de aceite a tiempo y un manejo cuidadoso. En la mecánica puede haber problemas con los cojinetes de los ejes primario y secundario, sobre todo si se conduce a menudo en quinta a bajas velocidades.

La suspensión del Seat León es suficientemente resistente, aunque los casquillos del estabilizador de estabilidad transversal se desgastan más rápido que otros elementos – su recurso es de unos 40 000 km. En la suspensión delantera, el punto débil es el silent-block trasero del brazo delantero, que aguanta unos 80 000 km. En general, el tren de rodaje del coche es bastante fiable y no requiere reparaciones frecuentes.
A pesar de la edad del modelo, el Seat León sigue complaciendo a sus propietarios con un excelente manejo, dinámica y diseño carismático. Con el cuidado adecuado y el mantenimiento oportuno, este coche puede servir durante muchos años, siendo un fiel compañero en la carretera.