Los operarios de la obra en el entorno de una depuradora de Benasau que, presuntamente, han originado con el chispazo de una radial el incendio forestal que ha obligado al desalojo de los habitantes de Penáguila declararán mañana ante la Guardia Civil.
En el Puesto de Mando Avanzado (PMA), donde se coordinan las tareas contra el incendio, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha confirmado que esa chispa ha sido el origen del fuego y ha añadido que «las personas que produjeron esa situación bien por imprudencia o por accidente» están «identificadas» y que mañana prestarán declaración ante la Guardia Civil.
El fuego ha devorado hasta primeras horas de este miércoles poco más de 300 hectáreas a lo largo de 14 kilómetros, «un perímetro no excesivamente grande» sobre una orografía complicada porque se trata de un barranco, en torno al río Penáguila antes de su confluencia con el Serpis.
La delegada del Gobierno ha manifestado que las labores contra el fuego han evolucionado positivamente durante la noche gracias, en buena medida, a que han mejorado las condiciones meteorológicas, y ha destacado la incorporación, a las 2 hora de la pasada madrugada, de 40 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Aunque el curso del incendio es aún «imprevisible» por la multitud de factores que intervienen, Bernabé confía en que las condiciones atmosféricas que se prevén favorables ayuden en las tareas de extinción.
Sobre los habitantes de Penáguila, que fueron evacuados por la Guardia Civil de manera preventiva, ha señalado que el pueblo sigue desalojado y que se está a la espera de confirmar la dirección del viento «para saber cuándo se pueden realojar».
