La reciente inauguración de la Plaza del Agua en la playa de Gandia ha tenido una excelente acogida entre los vecinos, que ya disfrutan de este nuevo espacio pensado para el ocio, el encuentro y el descanso. Pero lo que muchos no ven es que, bajo sus zonas ajardinadas, juegos infantiles y pérgolas, se esconde una de las infraestructuras hidráulicas más importantes de la provincia de Valencia.
En el subsuelo de esta plaza se encuentra un enorme depósito de tormentas con capacidad para almacenar hasta 11.000 metros cúbicos de agua, el equivalente a más de tres piscinas olímpicas. Esta obra de ingeniería, según destacó el alcalde José Manuel Prieto durante su inauguración, es la mayor inversión realizada en la ciudad para mitigar los efectos de las lluvias torrenciales.
El lugar elegido para su construcción no fue casual. Históricamente, este punto de la playa de Gandia era propenso a sufrir acumulaciones de agua durante los episodios de lluvias intensas. Ahora, gracias al nuevo depósito, se podrá drenar una superficie de hasta 73 hectáreas, evitando el desbordamiento del sistema y canalizando el agua hasta la EDAR de Gandia La Safor para su tratamiento.
Además de su utilidad hidráulica, la Plaza del Agua ha sabido convertirse en un espacio urbano con vida propia. Cafetería, quiosco, zonas verdes y áreas para jóvenes y familias conviven sobre una estructura que, aunque no visible, mejora notablemente la capacidad de respuesta de la ciudad ante fenómenos meteorológicos adversos.
Esta actuación se enmarca dentro del plan de inversiones en infraestructuras hidráulicas impulsado por el Ayuntamiento de Gandia en colaboración con Global Omnium, a través de Aguas de Valencia. Entre otras obras destacadas se encuentran los depósitos de Sant Jordi, Alcodar, Tres Anclas o Plaza Navarra, con una inversión global que ronda los 40 millones de euros.
La ciudad de Gandia cuenta además con una red de suministro digitalizada de más de 300 kilómetros y un rendimiento hidráulico del 85 %, uno de los más altos de la Comunitat Valenciana. “Estas obras no se ven, pero son esenciales. Nos ayudan a cambiar la imagen de una ciudad que ahora está más preparada y optimiza mejor el uso del agua”, concluyó el alcalde.