Las obras de mejora de la conectividad en la avenida del Grau de Gandia entrarán en una nueva fase este mes de mayo. Así lo anunciaron el alcalde, José Manuel Prieto, y la secretaria de Estado de Turismo, Rosario Sánchez, durante una reunión celebrada en el Ayuntamiento, en el marco de los Planes de Sostenibilidad Turística.
Esta segunda fase de intervención urbanística, con un presupuesto de 1,3 millones de euros —de los cuales 985.000 están subvencionados a través de los PST—, se centrará en el entorno de la calle Mare de Déu Blanqueta y los alrededores de la iglesia de Sant Nicolau. El objetivo es doble: mejorar la seguridad para los peatones y dinamizar la actividad comercial de la zona.
“Estamos transformando Gandia en una ciudad más amable, sostenible y preparada para un turismo que va más allá del sol y playa”, señaló Prieto, quien destacó el cambio profundo que ha vivido el modelo turístico local gracias a la colaboración entre administraciones.
Desde 2020, Gandia ha gestionado más de 25 millones de euros procedentes de fondos europeos, con 14 proyectos ya finalizados y 11 en ejecución. Entre ellos, destacan mejoras en accesos al Castillo de Bairén, la restauración de dunas en la playa de l’Auir, y la digitalización de la señalética turística.
Por su parte, Rosario Sánchez subrayó que Gandia “es un ejemplo nacional en la gestión sostenible de los recursos turísticos”, gracias a una planificación estratégica que ha sabido aprovechar los fondos europeos para generar un impacto real en la vida de la ciudadanía y en la competitividad del destino.
Los tres Planes de Sostenibilidad Turística (2020-2024, 2022-2025 y 2023-2026) abarcan actuaciones en movilidad, eficiencia energética, digitalización, protección medioambiental y diversificación de la oferta. Dentro de este marco, la mejora de la avenida del Grau se convierte en un eje clave para conectar el núcleo urbano con la playa y reforzar la identidad de Gandia como destino turístico integral.
La secretaria de Estado también hizo referencia al “turismo azul”, una estrategia que busca compatibilizar el desarrollo turístico con la conservación del entorno natural, especialmente del litoral mediterráneo. “Queremos que las próximas generaciones puedan seguir disfrutando de estos paisajes, y Gandia está marcando el camino”, concluyó.