El pasado 10 de octubre, las Reales Atarazanas de Valencia acogieron el coloquio “Arte y Salud Mental”, un evento que reunió a figuras destacadas del ámbito artístico para reflexionar sobre el papel del arte en el bienestar emocional y mental. Organizado por Pedro Ortega Salinas, en representación de ACOVA y con el respaldo del Ayuntamiento de Valencia, el coloquio ofreció un espacio único para visibilizar la importancia de la salud mental a través de distintas expresiones artísticas. Rosa Ibáñez, ceramista y responsable del acto, fue pieza clave en la organización de esta cita tan especial.
Entre los ponentes se encontraban: Desirée Belmonte, del Teatro “La Catrina”, quien abordó el poder del teatro para transformar y sanar emociones; Antonio Camaró, de la Fundación Antonio Camaró, habló sobre la influencia sanadora de las artes visuales en el equilibrio mental. Camaró es un ejemplo de cómo la personalidad de un artista, distinta a la común, resulta tan atractiva para los demás. Su “bella locura” bohemia y sus pasiones nos transportan a nuevos mundos, conectándonos con nuestra propia esencia. En esos momentos de intimidad con el lienzo, el artista crea universos mágicos que seducen al espectador, permitiéndonos ver su realidad y descubrir sus secretos más profundos. El arte, en su pureza, no se traiciona. Antonio Camaró, como otros grandes artistas, es fiel a su ser y su visión, aunque su compromiso vital sea visto como una locura por quienes no comprenden su autenticidad.
Miguel Ángel Font, director de cine, exploró la representación de la salud mental en el cine como una herramienta para crear conciencia. Trini Roig, de Trini Dani Ceramistes, compartió cómo la cerámica se puede utilizar como un medio terapéutico. Paula Santiago, de la Universitat Politècnica de València, ofreció una perspectiva académica sobre la relación entre arte y salud mental. Raquel Sanz, presentó el proyecto PATCHWORK, una iniciativa que utiliza el arte para mejorar el bienestar psicosocial. Javier Gay, ilustrador, destacó el valor de la ilustración como una vía de expresión y sanación personal.
El doctor académico Pedro Adalid subrayó la importancia del arte en la salud mental, afirmando: “El arte es esencial para la salud mental, permitiendo procesar emociones y crear conexiones empáticas. Ya sea a través de la pintura, el teatro o la ilustración, se puede reducir el estrés y facilitar la sanación emocional. Debemos integrar más el arte en nuestras estrategias de salud mental.”
Otros asistentes, como la pintora y galerista Alexandra y el ilustrador Boro Cano, compartieron su visión sobre la conexión entre la creatividad y el bienestar personal. Marta Ramírez, de Beulart, destacó la importancia de espacios donde arte y salud confluyen para el beneficio social.
Durante el coloquio, se inauguró la exposición “La Luz de la Salud Mental”, organizada por PLENA inclusión en colaboración con ACOVA Salud Mental. La exposición, disponible hasta el 27 de octubre, resalta los desafíos de la salud mental mediante diversas manifestaciones artísticas.
Este coloquio también nos invita a reflexionar sobre la fragilidad del artista. Si bien su “bella locura” es fuente de creación y expresión, hay momentos en que esa misma sensibilidad puede llevarlos a una enajenación patológica, como en los casos de artistas icónicos como Vincent van Gogh, cuya intensa sensibilidad culminó en su suicidio. Estos episodios subrayan la importancia de apoyar a los artistas no solo como creadores, sino también como seres humanos que enfrentan sus propias batallas internas. Hoy en día, gracias a los avances en psicoterapia y al trabajo de profesionales, muchos artistas logran recuperar su cordura sin perder su capacidad de soñar, creando obras que transforman al mundo.
Finalmente, el arte es un “espejo mágico” que refleja nuestra identidad y nos ayuda a encontrar nuestro lugar en el mundo. En ese diálogo interno con la obra, el arte nos invita a replantearnos, a cuestionar y a reconstruir nuestra percepción de la realidad. Así, el arte no es solo una experiencia estética, sino una forma de conocimiento que nos permite explorar las profundidades de nuestra conciencia y transformar nuestro entorno.
Antonio Camaró, el pintor que hace pensar a los pensadores, nos recuerda que la belleza, como evocaba Dostoyevski, puede salvar al mundo, y que el arte verdadero siempre guarda en su interior un misterio que nos invita a descubrirlo y a vivirlo.