Fotos: Javier Furió.- El pasado sábado, ni la densa niebla ni la copiosa lluvia que cayó durante algo más de media hora, consiguieron deslucir una cuarta edición de la Feria La Serrania que congregó a gran cantidad de personas venidas de toda la comarca y fuera de ella, para disfrutar en un mismo espacio de todos los atractivos turísticos y gastronómicos que estas tierras ofrecen a propios y extraños y que forman parte de su vasto tesoro identitario.
Desde los rollitos de aguardiente de Chelva hasta el embutido de La Yesa, pasando por las delicias de Alcublas, Sot de Chera, Titaguas, Calles…, un pequeño rebaño de ovejas, atracciones para niños y niñas, gincanas… El arranque de la feria llegó a dejar pequeñas las instalaciones del Polideportivo Municipal de La Yesa.
Vicente Polo Burriel, alcalde de Chulilla y presidente de la Mancomunidad de la Serranía, organizadora del evento, inauguró oficialmente la feria y se congratuló de que la meteorología no había conseguido disuadir a paisanos y foráneos de disfrutarla.
Dos gigantes de Alcublas dominaban la altura del pabellón y una nutrida representación de la Asociación Cultural Virgen de la Salud Jaime I de la misma localidad realizaban un pasacalle con sus vestimentas medievales para mostrar la belleza de la célebre recreación histórica. La música de una maravillosa pachanga La Patalea y la batucada la Borumbaia consiguió amenizar la mañana y hacer que grandes y pequeños bailaran al ritmo de mil y una melodías, mientras los estands de artesanía local se ocupaban de mostrar al mundo las tradiciones y oficios artísticos que enriquecen el patrimonio histórico y cultural de La Serranía.
Una cata profesional de los caldos de la bodega Vegamar, de Calles, abrió el apartado gastronómico que continuó con el showcooking de gazpacho manchego a cargo de El Cerrao-PauNatura, centro de turismo rural de Sot de Chera… Se acercaba la hora del aperitivo y el personal dio buena cuenta de las muchas delicias que la gastronomía de la zona tiene para seducir al paladar más exquisito.
La variedad de la oferta de ocio de esta feria logró evadir a los presentes de la rutina diaria para disfrutar de lo bueno que da la tierra en la Serranía, dejando un fin de semana repleto de buenos momentos.