Los dueños de la empresa ‘Envases y Embalajes Anem’, una serrería que estaba ubicada en San Antonio de Benagéber se han querellado contra Enrique Santafosta, alcalde de este municipio, acusándole de prevaricación.
La empresa se ubicaba en un inmueble dentro del casco urbano de San Antonio de Benagéber que ha sido demolido por el consistorio para la construcción del centro de salud del municipio. La querella se produce al no estar de acuerdo con el desalojo al que se han visto sometidos por el consistorio, ya que consideran que tenían derecho a quedarse en el inmueble o a encontrar un solución pactada que no se produjo.
Para comprender la historia y la querella hay que remontarse 35 años atrás, a 1988, casi una década antes de que San Antonio de Benagéber se independizará de Paterna. Entonces, la familia propietaria de esta serrería se instaló en el municipio, en un inmueble que se había cedido a los 75 colonos que fundaron San Antonio de Benagéber (1952) tras quedar sus casas bajo el agua del pantano de Benagéber, como compensación y para que hubiera unos espacios comunes en el pueblo.
Con los años este inmueble pasó a ser propiedad de la Comunidad de Regantes y ésta lo alquiló a la empresa ‘Envases y Embalajes Anem’ en 1988, quien asegura en su querella que ha seguido pagando su alquiler desde entonces hasta el último día en que han estado en el local.
Algunos problemas fiscales de la original Comunidad de Regantes y la evolución del municipio, de sus agricultores fundadores a una zona residencial, propiciaron la práctica desaparición de esta comunidad, y el Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber inmatriculó el solar donde se ubicaba la serrería y los anexos, con lo que pasó legalmente a ser de propiedad municipal, incluidos sus edificios.
Con la aprobación de la Generalitat Valenciana de un nuevo centro de salud para San Antonio de Benagéber en 2021 el consistorio debía ceder una parcela que reuniera las condiciones necesarias, y la elegida fue muy cerca del consultorio auxiliar actual, una parcela de algo más de 1600 metros cuadrados donde había varios locales de uso municipal y el inmueble de la empresa de serrería.
Sus responsables se quejan de que en un primer momento les dieron tan solo cinco días para desalojar el inmueble y que tras un recurso que denegó un juez tuvieron que sacar la maquinaria que pudieron y cerrar la empresa, despidiendo a los cuatro empleados que tenían y cesando su actividad.
Ahora se querellan contra el alcalde por prevaricación porque consideran que su alquiler era legal, que no se les podía desalojar de cualquier manera, con el daño inherente a la actividad, y que se debía haber llevado un proceso diferente puesto que tras 35 años tenían unos derechos adquiridos aunque el inmueble y el suelo fueran de propiedad municipal.
Un juez deberá dictaminar de parte de quién esta la ley, y en el caso de que esté de parte de la empresa, el Ayuntamiento de San Antonio de Benagéber podría tener que afrontar una indemnización cuantiosa para las arcas municipales.