La Generalitat Valenciana ha solicitado a la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) investigue la presencia de posibles residuos no autorizados en el entorno del barranco del Poyo, en el término municipal de Riba-roja de Túria. Esta medida ha sido impulsada por la Conselleria de Medio Ambiente tras recibir informes de los agentes medioambientales de la oficina comarcal de Chiva que alertaban sobre acumulaciones de residuos y vehículos afectados por las recientes inundaciones en varios puntos del área.
El pleno del Consell ha tomado razón de esta actuación en su reunión de este martes, evidenciando la preocupación institucional por el estado ambiental del entorno afectado. Según los informes, los residuos se han depositado sin control alguno, lo que ha motivado la intervención de las autoridades competentes.
Investigación para depurar responsabilidades
La Conselleria ha solicitado al Seprona que, además de constatar la existencia de los vertidos, identifique a los responsables de los mismos. El objetivo es aclarar si la empresa titular de la parcela donde han aparecido los residuos tenía conocimiento o relación directa con los hechos, así como establecer si el promotor de la obra tiene algún grado de implicación.
La vicepresidenta portavoz del Consell, Susana Camarero, ha señalado que “todo ello se realiza con el fin de determinar el grado de responsabilidad del promotor de la obra y del propietario de la parcela, teniendo en cuenta que el vertido se ha realizado sin ningún tipo de control”.
La actuación se enmarca en las medidas adoptadas por la administración autonómica para prevenir daños ambientales tras los efectos de la DANA y garantizar una gestión adecuada de los residuos en zonas especialmente sensibles como el barranco del Poyo.