Las comarcas de La Hoya de Buñol – Chiva, Requena – Utiel y La Ribera Alta vuelven a ser protagonistas, esta vez por el temor de sus viticultores a que la falta de reparaciones tras la DANA del pasado octubre afecte gravemente a la próxima cosecha. Con la brotación de la vid a punto de generalizarse en los próximos días, los agricultores advierten de que los trabajos pendientes en viñedos dañados por la riada deben ejecutarse de inmediato para evitar pérdidas en la producción de uva.
Desde AVA-ASAJA, aseguran que la mayoría de las reparaciones en las parcelas afectadas ni siquiera han sido peritadas y que las labores pendientes amenazan con dañar las cepas justo cuando comienza el desarrollo vegetativo. «Si durante los trabajos se acumula tierra sobre las cepas, podrían desprenderse las yemas y perderse parte de la cosecha», ha advertido José Luis Robredo, responsable de la sectorial del vino de la organización agraria.
La asociación ha trasladado su preocupación tanto al presidente de TRAGSA, Jesús Casas, como al comisionado del Gobierno para la recuperación tras la DANA, José María Ángel. AVA-ASAJA insiste en acelerar los trabajos mediante la empresa pública o permitir que sean los propios propietarios quienes acometan las reparaciones, recibiendo después una compensación ajustada a la peritación de los daños.
Los viticultores también temen por otros cultivos afectados en las zonas interiores de la Comunitat Valenciana, como los almendros y olivos, que podrían ver comprometida su producción debido al retraso en la retirada de tierras, piedras y restos arrastrados por la riada. La llegada de la primavera, con temperaturas más altas, podría agravar aún más los efectos si no se actúa de inmediato.