NULL
En un 70% de los casos, se trataba de atenciones relacionadas con el cuidado, la higiene y la alimentación, mientras que el 30% restante se dedicaron a la atención doméstica.
A través del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD), el Ayuntamiento de Quart de Poblet atendió a casi dos centenares de personas durante todo 2020, invirtiendo un total de 291.161,66 euros. Con esta prestación se quiere ayudar a cubrir las necesidades básicas de los vecinos y vecinas en sus propios hogares, potenciando así sus capacidades y autonomía personal.
En concreto, dentro del Servicio de Ayuda a Domicilio de dependencia se atendió a 51 personas. En un 70% de los casos, se trataba de atenciones personales relacionadas fundamentalmente con el cuidado, la higiene y la alimentación, mientras que el 30% restante se dedicaron a la atención doméstica.
Cabe destacar que para acceder a este servicio destinado concretamente a personas con dependencia es necesario que el beneficiario o beneficiaria tenga reconocido al menos un grado 1 de dependencia y solicite en los servicios sociales municipales el reconocimiento de la situación de dependencia.
El Ayuntamiento complementa esta cobertura con un servicio municipal de ayuda a domicilio, que se presta a personas que necesitan el servicio, aunque no tengan un grado reconocido de dependencia. Este último año benefició a 77 vecinos y vecinas, tratándose fundamentalmente de personas mayores, personas con discapacidad o personas con problemas de salud mental.
Además, durante el confinamiento domiciliario del primer estado de alarma se habilitó un servicio de apoyo extraordinario a esta ayuda, con la que se llegó a 46 quarteros y quarteras, para la realización de compras de alimentación, recogida de recetas en farmacias y de aseo personal.
El papel fundamental que ha jugado esta prestación social ha llevado a que el Consistorio incremente su presupuesto, llegando a los 400.000 euros, lo que permitirá duplicar su cobertura.
El 2020 ha sido un curso en el que el equipo de gobierno ha redoblado sus esfuerzos no solo para mantener la prestación de todo su catálogo de servicios sociales, sino también para ampliarlo y conseguir llegar así a la población en un momento substancialmente más complejo a causa de la crisis sanitaria.
Desde el Ayuntamiento se han desarrollado políticas destinadas a los colectivos más vulnerables, especialmente las personas mayores, la infancia y las personas con discapacidad, tratando de paliar el incremento significativo de la vulnerabilidad de las familias.