La Falla Creu i Mislata ha celebrado un acto cargado de simbolismo y hermandad con el descubrimiento de una placa conmemorativa que señala el lugar exacto donde, el próximo mes de marzo, se cumplirán cien años desde que se plantó la primera falla de Mislata. Fue en esta misma Plaza de la Cruz donde un grupo de vecinos y vecinas decidió levantar el primer monumento fallero de la ciudad, un gesto que acabaría construyendo un legado cultural que hoy forma parte esencial de la identidad mislatera.
Además de la propia comisión fallera, el acto reunió a las Falleras Mayores y a los presidentes de todas las fallas de la Agrupación de Mislata, que recorrieron las calles de la demarcación antes de descubrir la placa conmemorativa. La comitiva contó con la participación del Grupo de Danzas Santa Bárbara y de la Nueva Muixeranga de Algemesí, que actuaba por primera vez en Mislata.
La Falla de la Cruz, pionera no solo en iniciar la fiesta en el municipio sino también en impulsar el teatro en valenciano y participar en la fundación de la Junta Central Fallera, reivindicó así un siglo de historia marcado por la implicación vecinal, el respeto y la defensa de las tradiciones valencianas.
El alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, y el concejal de Fallas, Ximo Moreno, junto a otros miembros de la corporación municipal, acompañaron a la comisión en la inauguración. Bielsa subrayó el valor simbólico del reconocimiento, que pone de relieve “los orígenes de una fiesta profundamente arraigada y el protagonismo de aquellos vecinos y vecinas que, hace un siglo, plantaron la primera falla y abrieron un camino que no ha dejado de crecer”.
El presidente de la comisión, Antonio Vergara, destacó que “esta placa es un recuerdo de quiénes somos y de dónde venimos. Una falla es una muestra de cultura, de respeto y de identidad, de lengua, y debe ser transgresora e innovadora. Tenemos el compromiso de continuar con aprecio, respeto y responsabilidad”.
La placa señalará, a partir de ahora, el lugar donde empezó todo. Con esta instalación, la comisión inicia un año de actividades conmemorativas en el que recuperará episodios de su historia y reconocerá el papel de las generaciones que han mantenido viva la fiesta y la hermandad que ha caracterizado a la Falla Creu i Mislata a lo largo de todo un siglo.