Burriana ha dado un importante paso en el desarrollo de su infraestructura hidráulica mediante una reunión clave entre el Ayuntamiento de Burriana, la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales de la Comunitat Valenciana (EPSAR) y la empresa Inncive, encargada de la redacción del proyecto de la nueva depuradora. Este encuentro ha tenido lugar en las instalaciones de la depuradora actual y en los terrenos destinados a la futura infraestructura.
La inversión prevista para este proyecto es de 35 millones de euros, lo que lo convierte en una de las actuaciones más significativas de la Generalitat Valenciana en la ciudad. En la reunión, participaron el alcalde, Jorge Monferrer, el director gerente de Inncive, Pablo Hernández, junto con técnicos municipales y de la EPSAR, donde también se visitaron los terrenos situados entre el Camí de La Pedrera y el Camí Llombai, que se prevén como el nuevo emplazamiento de la depuradora.
Este encuentro se produce tras la adjudicación de la redacción del proyecto por aproximadamente 238.000 euros y tiene un plazo de ejecución de nueve meses. Al mismo tiempo, el Ayuntamiento está gestionando la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para destinar 35.025 metros cuadrados a uso dotacional, lo que facilitará la expropiación necesaria para la obra.
Jorge Monferrer resaltó la importancia del proyecto, afirmando que tendrá «una enorme repercusión en el desarrollo de la ciudad para las siguientes generaciones». Además, destacó el compromiso del equipo de Gobierno para ubicar la nueva depuradora alejada del núcleo urbano y de la costa. La propuesta incluye la demolición de las instalaciones actuales de la Serratella, cuyo espacio se destinará principalmente a uso municipal, salvo para la construcción de un sistema de bombeo y un tanque de regulación.
Este esperado proyecto no solo promete mejorar la infraestructura existente, construida en 1982 y que ha sido objeto de constantes reparaciones sin éxito, sino que también permitirá el desarrollo de la costa sur de Burriana y nuevos proyectos urbanísticos, asegurando el tratamiento correcto de las aguas residuales y su reutilización para la agricultura. La iniciativa se considera un paso crucial hacia un desarrollo más sostenible y en cumplimiento con la normativa europea.