Con su clima templado durante gran parte del año y una oferta cultural que va mucho más allá de la playa, Alicante se ha consolidado como uno de los destinos mediterráneos más atractivos para las familias.
A la sombra de su emblemático Castillo de Santa Bárbara y con el mar como telón de fondo, la ciudad propone planes que combinan historia, naturaleza y entretenimiento para pequeños y mayores. Desde excursiones marineras hasta experiencias de escapismo urbano, la capital de la Costa Blanca invita a disfrutar de un ocio variado, ideal para un fin de semana largo o unas vacaciones escolares.
Estas son cinco actividades imprescindibles para compartir en familia con tono de noticia: un recorrido por lo mejor de Alicante cuando el objetivo es divertirse todos juntos.
1. El Castillo de Santa Bárbara, una lección de historia con vistas al Mediterráneo
Símbolo indiscutible de la ciudad, el Castillo de Santa Bárbara corona el monte Benacantil a 166 metros de altura y regala una de las mejores panorámicas de la bahía alicantina.
Su origen se remonta al siglo IX, en plena época musulmana, y cada piedra conserva huellas de las diferentes etapas de la ciudad. Acceder a la fortaleza es sencillo: puede hacerse a pie, en coche o a través del ascensor que parte de la playa del Postiguet, lo que facilita la visita a familias con niños.
Una vez dentro, las murallas, torres y explanadas se convierten en un auténtico parque histórico al aire libre. Durante los fines de semana y en temporada alta se organizan talleres, visitas guiadas y recreaciones que acercan a los más pequeños a la historia de forma amena.
Además, la brisa marina que envuelve el recinto convierte el paseo en un plan agradable incluso en las horas centrales del día. Para los padres, la recompensa está en las vistas: desde la cima se domina la ciudad, el puerto y, en días despejados, incluso la isla de Tabarca.
2. Explanada de España y puerto: el paseo más emblemático
Si hay una imagen icónica en Alicante, además de su castillo, es la de la Explanada de España. Este paseo, con su característico mosaico ondulante formado por más de seis millones de teselas en tonos blanco, negro y rojo, es un lugar de encuentro para locales y visitantes. Flanqueado por palmeras, es el escenario perfecto para un recorrido familiar al atardecer, cuando la luz del Mediterráneo tiñe de dorado cada rincón.
Al final de la Explanada se abre el puerto deportivo, otro de los puntos de mayor actividad. Allí se pueden contemplar embarcaciones de recreo, tomar un helado en alguna de las terrazas o simplemente sentarse a observar el ir y venir de los barcos.
Los más curiosos encontrarán también exposiciones temporales y espacios culturales que completan la experiencia. La cercanía de restaurantes y cafés lo convierte en un plan ideal para reponer fuerzas tras un día de visitas.
3. La isla de Tabarca, una escapada marinera para toda la familia
A solo 11 kilómetros de la costa, la isla de Tabarca es un pequeño paraíso que combina historia, naturaleza y gastronomía. Antiguo refugio de piratas berberiscos, conserva un casco antiguo amurallado de gran encanto, con callejuelas estrechas y casas encaladas que parecen detenidas en el tiempo.
El viaje en barco desde el puerto de Alicante, de unos 45 minutos, ya supone una aventura para los niños, que disfrutan de la travesía con la mirada puesta en el horizonte. Una vez en tierra, las opciones son variadas: bañarse en sus calas de aguas cristalinas, practicar snorkel entre peces de colores o simplemente pasear por el pueblo.
La gastronomía es otro de sus atractivos, con el tradicional caldero tabarquino como plato estrella en los restaurantes de la isla. Tabarca ofrece así un plan de día completo que mezcla naturaleza, cultura y buen comer, perfecto para una jornada en familia.
4. Museos para aprender jugando: de la Volvo Ocean Race al MARQ
El otoño y el invierno, o incluso los días en los que el sol aprieta demasiado, son momentos ideales para descubrir la faceta más cultural de Alicante. El Museo de la Volvo Ocean Race, situado en el puerto, introduce a grandes y pequeños en el fascinante mundo de la navegación a vela. Sus simuladores y experiencias interactivas permiten sentir la adrenalina de una regata oceánica sin salir de tierra firme.
No menos recomendable es el MARQ, Museo Arqueológico de Alicante, reconocido con premios europeos por su capacidad para hacer de la historia una experiencia atractiva.
A través de recursos multimedia, recreaciones y piezas originales, el MARQ propone un viaje que va de la prehistoria a la época contemporánea. Ambos museos ofrecen talleres y actividades específicas para el público infantil, convirtiendo el aprendizaje en un juego.
5. Escape rooms de EscapeUp: enigmas para toda la familia
Entre los planes que han ganado popularidad en los últimos años, los escape rooms en Alicante se han convertido en una de las propuestas de ocio más originales. En Alicante, la plataforma EscapeUp agrupa las mejores experiencias de este tipo, con opciones adaptadas a grupos familiares y a diferentes edades.
Su catálogo incluye desde salas de misterio clásico, donde la lógica y la cooperación son la clave, hasta aventuras de fantasía o historias inspiradas en leyendas locales.
Para quienes prefieran una experiencia al aire libre, EscapeUp también ofrece street escape, una modalidad que convierte las calles de la ciudad en un gran tablero de pistas. Esta opción es ideal para familias que quieren descubrir rincones de Alicante mientras resuelven enigmas, mezclando turismo y juego en una misma actividad.
La reserva es sencilla: basta con entrar en su web, elegir la sala o el juego urbano, consultar el número de jugadores recomendado y la disponibilidad de horarios. Se aconseja reservar con antelación, sobre todo en fines de semana y vacaciones escolares, ya que la demanda es alta. Además de ser una experiencia divertida, los escape rooms fomentan el trabajo en equipo y el ingenio de grandes y pequeños, lo que los convierte en una actividad que une a toda la familia.
Una ciudad para vivirla en cualquier época
Alicante demuestra que es mucho más que sol y playa. Su historia milenaria, sus espacios naturales y su oferta de ocio moderno crean un equilibrio perfecto para quienes viajan en familia.
Desde la majestuosidad del Castillo de Santa Bárbara hasta la adrenalina de un escape room de EscapeUp, pasando por la serenidad de la isla de Tabarca, la capital alicantina despliega un abanico de planes capaz de seducir a todas las edades.
El clima, generalmente benigno, permite disfrutar de estos planes durante todo el año, y la infraestructura turística facilita que padres e hijos puedan moverse con comodidad. En definitiva, Alicante se consolida como un destino que combina aprendizaje, aventura y diversión, ofreciendo a las familias la oportunidad de crear recuerdos compartidos en un entorno mediterráneo que nunca pasa de moda.