El Congreso de los Diputados hoy, jueves, una enmienda —incluida en la Ley de Movilidad Sostenible— que suprime la “fecha de cese definitivo” para tres centrales: Almaraz, Ascó I y Cofrentes. El resultado es especialmente relevante para la central de Cofrentes y, por extensión, para la comarca del Valle de Ayora–Cofrentes, dada la dependencia económica de la comarca de esta instalación.
La propuesta llegó del PP en el Senado y ahora se decide en el Pleno. Para salir adelante necesita apoyos adicionales (con Junts como incógnita). El Ministerio para la Transición Ecológica sostiene que, incluso si prospera, no implicaría prórrogas automáticas, y advierte de que podría introducir “ruido” e “inseguridad jurídica” en los procedimientos regulados.
En lo que atañe a Cofrentes, la eliminación de la fecha de cierre en la norma sectorial abriría la puerta a tramitar extensiones de operación por la vía regulatoria ordinaria, condicionadas a los informes de seguridad y a los requisitos del regulador. La posición final de los grupos en la votación de hoy marcará el marco legal inmediato sobre el que deberán moverse la central valenciana y su entorno socioeconómico en los próximos años.
La central de Cofrentes opera con un reactor que entró en operación el 11 de marzo de 1985 y tiene autorización vigente hasta el 30 de noviembre de 2030; cualquier continuidad operativa más allá de esa fecha requeriría el marco legal habilitante y las autorizaciones correspondientes.
La actividad de la nuclear de Cofrentes sostiene empleo directo e indirecto y aporta una parte sustancial de los ingresos de la comarca, además de cubrir una fracción relevante de la generación eléctrica en la Comunitat. Ante el calendario de cierre de 2030, los ayuntamientos del entorno vienen debatiendo alternativas de actividad y transición económica para el Valle de Ayora–Cofrentes, desde el turismo termal y de naturaleza hasta industria energética auxiliar, con el objetivo de evitar impactos de despoblación y mantener tejido productivo local.