ROBERT RAGA GADEA, alcalde de l’Ajuntament de Riba-roja de Túria.
Tras dos legislaturas de duro trabajo, en este tercer mandato ha sido posible cristalizar un nuevo reto que cambiará, a buen seguro, el camino de tres municipios valencianos que estamos unidos por una misma situación geográfica, sufrimos las mismas carencias en materia de comunicaciones e infraestructuras y, por último, tenemos un objetivo común: el desarrollo de nuestro tejido industrial, base esencial para el desarrollo social y económico, no sólo de las empresas y de las industrias que en los polígonos están radicadas hoy y las que aún están por llegar, sino, también, para las personas y para las familias que viven de esta actividad económica que se lleva a cabo cada día. Se trata de un proyecto innovador en nuestra sociedad, modernizador para las empresas de las áreas industriales y transversal en su concepción original, con un carácter potente y arrollador para el presente y todavía más para el futuro próximo.
Han sido varios años de una lucha dura, encomiable y muy fructífera, y ahora hemos decidido convertir lo que en su momento fue la Asociación de Municipios de la A3, conformada entre Riba-roja de Túria, Loriguilla y Cheste, en una Mancomunitat Industrial de la A3, la primera que se constituye en la Comunitat Valenciana. En el camino recordamos la cátedra de la Universitat Politècnica de València, germen esencial de la actual Mancomunitat, que sirvió para abrir los ojos sobre la potencialidad que poseemos los tres municipios en materia logística e industrial. Sin esta cátedra, sin el saber de sus ponentes, sin las aportaciones de sus profesores y sin el valioso potencial humano de sus participantes nada de lo que vemos hoy habría podido ser posible. Hoy más que nunca hay que reivindicar el papel que cumplen, a veces sigilosas, pero siempre muy eficientes, las universidades. No sería posible estar hoy aquí sin ese trabajo previo.
Enclavados entre las comarcas de Camp de Túria y la Foia de Bunyol, representamos el espíritu emprendedor y valiente de tantas y tantos miles de personas que forman parte de las tres localidades con el objetivo de convertir esta área en una de las principales en materia logística e industrial en todo el arco mediterráneo y de la meseta ibérica gracias a su envidiable posición geográfica, un eslabón importante e imprescindible hacia las grandes potencias y los mercados de Europa central. Todo un reto y un compromiso ineludible para todos los que en su momento emprendimos esta “aventura” hacia un terreno desconocido, pero con la convicción de que sería un paso adelante en el progreso de nuestra gente, de nuestros vecinos y de las empresas que habían confiado en nosotros a la hora de elegir un lugar para establecer su actividad. Sabemos que entre los tres somos más fuertes, más eficientes y más competitivos que si lo hacemos cada uno por su lado. Dejamos a un lado posibles egoísmos y apostamos, de forma decidida, por anteponer el interés general. Estamos ante una oportunidad única e irrepetible y, por ello, queremos aprovechar el momento idóneo para prosperar, para modernizarnos y adaptarnos a cualquier avance tecnológico, pero teniendo en cuenta siempre que las personas son, al fin y al cabo, la parte más valiosa e imprescindible en las más de 2.800 empresas y 24.000 trabajadores que componen el área de actuación. Entre todos, estoy convencido, lo conseguiremos.