El deporte une, inspira y transforma, y Bétera lo ha demostrado en la segunda edición de la Gala del Deporte: Bétera viu l’esport! Un evento cargado de emoción que ha reunido a clubes, deportistas y vecinos para reconocer el trabajo y la pasión que sostienen el panorama deportivo local.
El Auditorio Municipal se convirtió en el epicentro del deporte beterense, donde 21 clubes locales fueron homenajeados por su esfuerzo diario. Desde el Aikido hasta el triatlón, pasando por la gimnasia rítmica y el baloncesto, la diversidad y la excelencia marcaron la velada.
La Alcaldesa y concejal delegada de Deportes, Elia Verdevio, destacó la relevancia del deporte como herramienta para construir una sociedad más igualitaria y cohesionada. “Nuestros clubes no solo entrenan campeones; son auténticas escuelas de valores donde se aprende disciplina, compañerismo y compromiso”, señaló durante su intervención.
La gala, conducida por la deportista y periodista beterense Leyre Ortí, se estructuró en cuatro bloques de premios. Cada uno estuvo acompañado de emotivos audiovisuales que mostraron la labor de los clubes premiados, además de actuaciones de EsDanza y el Club de Gimnasia Rítmica Elcar, que aportaron ritmo y energía a la noche.
En el primer bloque, disciplinas como el aikido, el taichi y el karate fueron protagonistas. El segundo bloque destacó al triatlón, la natación y el ciclismo, mientras que el tercero incluyó deportes de equipo como el baloncesto y el fútbol.
Uno de los momentos más emotivos llegó con el reconocimiento especial a Juan Sáez Borja, fundador del Club Básquet Bétera. Su dedicación dejó una huella imborrable en el deporte local, y su homenaje arrancó una ovación del público.
La gala contó con la presencia de destacados representantes de federaciones deportivas de la Comunidad Valenciana, quienes subrayaron el compromiso del municipio con el deporte. Su participación, junto a la del Ayuntamiento, refuerza la idea de que Bétera es un referente en la promoción de los valores deportivos.
Con esta celebración, Bétera demuestra que el deporte no solo es competición, sino también un motor para construir comunidad y proyectar el nombre del municipio más allá de sus fronteras. Una auténtica fiesta que promete seguir creciendo en ediciones futuras.