Los equipos de rastreo que continúan la búsqueda de las tres personas desaparecidas tras la DANA del 29 de octubre han localizado este jueves a mediodía el vehículo en el que viajaba Eli Gil Martínez, de 37 años, una de las víctimas mortales de la tragedia y vecina de Cheste. El coche, un Ford Focus negro perteneciente a su madre, apareció completamente destrozado en el cauce del barranco del Poyo, a la altura del polígono de Loriguilla y paralelo a la A3. Sin embargo, el cuerpo de Eli no se encontraba en su interior.
El hallazgo se produjo mientras los operativos retiraban el barro acumulado en la zona, según ha publicado el diario Levante. A pesar del estado irreconocible del vehículo, los rescatistas pudieron confirmar que se trataba del automóvil de Elvira Martínez Alfaro, madre de Eli, gracias a la documentación encontrada en lo que quedaba de la guantera. Elvira conducía el coche aquella tarde fatídica, cuando llevaba a su hija al trabajo en el hotel La Carreta.
Su hermano, Ernesto Martínez Alfaro, portavoz de la familia, se mostraba convencido de que el cuerpo de su sobrina aparecería en el interior del automóvil, pero la realidad ha sido otra. La ubicación del vehículo coincide con el punto donde fueron halladas las siete personas desaparecidas en la carretera de Cheste mientras intentaban acceder a la autovía de Madrid.
Un hallazgo que plantea nuevas incógnitas
Desde un principio, los equipos de rescate sospechaban que Eli no seguiría dentro del coche. La magnitud de la riada quedó evidenciada en la zona del Poyo junto a la A3, donde el agua llegó a formar un lago de lodo de más de dos metros de altura y varios kilómetros de extensión.
El hallazgo del vehículo supone un pequeño avance en la búsqueda de Eli, cuyo acta de defunción ya ha comenzado a tramitarse, dado que el pasado 29 de enero se cumplieron tres meses desde su desaparición.
Eli y su madre habían salido aquella tarde desde Cheste hacia La Carreta, donde ambas trabajaban en turnos distintos. Elvira cumplía el turno de la mañana, mientras que Eli trabajaba en el de la tarde, una organización que había generado dificultades, ya que la joven no tenía carné ni vehículo propio y dependía de su madre para desplazarse. Aquella jornada, la lluvia torrencial y el desbordamiento del barranco obligaron al cierre de la A3, lo que las llevó a desviarse por detrás del circuito Ricardo Tormo, una ruta que terminó en tragedia cuando el caudal del Poyo se desbordó y arrastró a varios vehículos. El cuerpo de Elvira fue localizado días después e identificado por sus huellas dactilares, permitiendo que la familia le diera sepultura.
Mientras tanto, la Guardia Civil y la UME continúan rastreando la zona con la esperanza de encontrar los restos de Eli. Junto a ella, siguen desaparecidos Francisco Ruiz Martínez, de 64 años, arrastrado en Montserrat, y Francisco Javier Vicent Fas, de 56, quien desapareció en Pedralba. La hija de este último, Susana Vicent, de 30 años, fue hallada sin vida el 31 de octubre en la playa del Mareny Blau (Sueca), tras haber sido arrastrada por las aguas durante casi 90 kilómetros.