El Ayuntamiento de Serra ha iniciado una recogida de firmas para evitar el cierre de la última entidad bancaria que queda en el municipio, una decisión que ha generado una gran preocupación entre los vecinos, especialmente entre las personas mayores, comerciantes y hosteleros. La medida llega tras numerosas reuniones con la entidad financiera para tratar de frenar el cierre, sin que hasta ahora se haya encontrado una solución definitiva.
“El vecindario está indignado con esta decisión, especialmente la gente mayor, pero también los comercios y la hostelería, que se verían gravemente afectados”, ha declarado la alcaldesa de Serra, Alicia Tusón. “Desde el Ayuntamiento hemos hecho todo lo posible para evitar este desenlace, reuniéndonos con la entidad en numerosas ocasiones e incluso ofreciéndoles un espacio para ubicar el cajero. Ahora, de la mano de la asociación de jubilados, recogemos firmas para hacer sentir nuestro malestar y denunciar el abandono que supone esta decisión”.
La oficina bancaria, que en su momento dependió de Náquera y posteriormente de Bétera, ya había reducido su servicio a solo dos días a la semana, aunque mantenía un cajero automático operativo. El cierre definitivo supondría un golpe para los vecinos, que perderían el único punto de atención bancaria presencial en Serra. Ante esta situación, la entidad ha propuesto la instalación de una oficina móvil que visitaría el municipio una vez por semana, una alternativa que no convence al vecindario.
Además, el Ayuntamiento reclama la instalación de un cajero automático en la urbanización Torre de Portaceli, que nunca ha contado con este servicio. “Los residentes de esta zona también sufren la falta de servicios bancarios. Nunca han tenido ninguno, pero creemos que se merecen esta prestación”, ha añadido Tusón. El consistorio continuará presionando para garantizar que los vecinos de Serra no se queden sin acceso a servicios bancarios esenciales.