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Se trata del primer municipio en adaptar su planteamiento a los dos planos de acción territorial.
El Ayuntamiento de Meliana se encuentra en pleno proceso de revisión de su Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), vigente desde el 1991. Una revisión que se inició el 2010 con el plan de participación pública y la aprobación del documento consultivo. En el 2014, la Generalitat aprobó el documento de referencia y, en julio del 2018, el Ayuntamiento de Meliana aprobó la versión inicial del plan estructural.
A la vez, en mayo y diciembre del 2018 se aprueban, respectivamente, los planes de acción territorial de la infraestructura verde del litoral (PATIVEL) y de l’Horta de València (PATODHV). Dos planes que afectan de pleno el término municipal de Meliana.
En esta línea, tal y como explica el alcalde y responsable de Urbanismo, Josep Riera, “era del todo necesario aprobar la adaptación de nuestro PGOU en los planes territoriales vigentes para facilitar la gestión urbanística y evitar entrar en contradicciones entre los diferentes planeamientos; y adaptarnos, por lo tanto, a una visión más de conjunto del territorio, tanto en cuanto a la huerta como al litoral”.
Así, con la memoria de adaptación aprobada inicialmente por todos los grupos políticos municipales, excepto el Partido Popular, se da una respuesta de gestión al casi kilómetro y medio de franja litoral del municipio. Una playa que el catálogo de playas considera como “natural común” y que es de las pocas playas no urbanizadas en el norte de la ciudad de València, considerada pleno plan de la huerta como una “ventana abierta en el mar”, puesto que es una de las pocas que permite la continuidad paisajística y visual entre la huerta y el mar.
Asimismo, la responsable del área de territorio incide en que “el plan urbanístico municipal vigente preveía para la playa un plan especial que durante décadas no ha sido posible dinamizar por la particularidad de esta franja de litoral con afecciones muy importantes y limitadoras”.
De hecho, por parte de la administración del estado hay afecciones en cuanto a la línea de costa, la afección de carreteras por la V-21 o de la Confederación Hidrográfica del Júcar por las diferentes gargantas de desagüe de toda la llanura de la huerta.
Además, hay la parte medioambiental y de los usos, competencia de la Generalitat. Ahora, todo esto queda integrado en el PATIVEL, que define el ámbito, los usos y las posibles actuaciones. Aspectos sobre los cuales el ayuntamiento «ya está trabajando», detallan las mismas fuentes.
Por otro lado, el alcalde insiste en que “lo mismo ocurre en cuanto a la huerta. Nuestro planeamiento era muy restrictivo y ahora, con el PAT de la huerta, se regulan y se permiten los usos teniendo en cuenta que Meliana está catalogada como huerta de máxima calidad agrològica y de máxima protección (H1)”.
Así, ahora se regula, por ejemplo, qué usos, además de vivienda, pueden tener las alquerías que todavía hay y como se puede intervenir o hacer ampliaciones; el tratamiento de la red de acequias y de caminos, la configuración de las explotaciones agropecuarias o la ubicación de las casetas de y herramientas entre otras.
Esto permite, como actividades complementarias al agrícola, la venta de productos de la huerta, alojamientos y actividades de turismo rural o de restauración, que el plan vigente no permitía.
Finalmente, Riera concluye que “se trata de un documento y de un acuerdo muy importantes para la gestión urbanística de nuestro municipio, puesto que los dos planes territoriales afectan la mayor parte de nuestro término municipal y era necesario adaptar nuestra herramienta de planeamiento”.
La memoria fue aprobada en el pleno ordinario de diciembre y se encuentra en exposición pública. Meliana es el primer pueblo a adaptar su planteamiento a los dos planos de acción territorial.