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Según explica Orozco, portavoz de Guanyem, ahora «conscientes de su error» en el último pleno, «la modifican drásticamente pasando de los 15 años a solo 2, quedando así como una de las peores bonificaciones de la comarca».
La ordenanza del IBI de 1997, varias veces modificada, contemplaba bonificaciones por instalaciones solares del 25% del IBI. Nadie se había beneficiado hasta que nuestro grupo Guanyem lo detectó en 2017 e hizo una campaña pública animando a la gente, que había apostado por estas energías limpias, a solicitarlo si cumplía los requisitos.
A finales de 2020, el gobierno de Aisab, PSPV-PSOE y Ciudadanos elaboró y aprobó en solitario otra ordenanza del IBI. En ella aumentó la bonificación al 50% y por 15 años, pero sin limitar la subvención a la recuperación del coste de la instalación, como hacen otros pueblos. De este modo se podía ahorrar en el impuesto más dinero que el invertido, un sinsentido.
Según explica Ramón Orozco, portavoz de Guanyem (Formación eco progresista compuesta por PlataformaSAB- Compromís – Podem) ahora,» conscientes de su error», en el Pleno de este 23 de febrero, «la modifican drásticamente pasando de los 15 años a solo 2, quedando así como una de las peores bonificaciones de la comarca comparada con poblaciones como Bétera, La Pobla, L’Eliana, Ribarroja, Paterna, Godella».
Nuestro grupo pidió en la Comisión Informativa previa al Pleno que se suavizara a 5 años esa drástica reducción, que se limitara al coste total o a un porcentaje de la inversión y que se incorporaran otras situaciones no contempladas como las comunidades energéticas y de propietarios, la realidad de los edificios del pueblo donde resulta casi imposible instalar sistemas fotovoltaicos y térmicos de manera individual, incluso las participaciones en huertos solares fuera del municipio.
La finalidad de la instalación de generación de energía limpia es reducir el impacto de la huella de carbono y también reducir la factura de la luz. Las bonificaciones de los ayuntamientos forman parte del medio para lograrlo. Pero el gobierno lo traduce a un mero aspecto económico, poniendo como ejemplo la bonificación que tendría una vivienda que paga 1.200€ de IBI, lo que desde luego «no es la media del municipio». Lo que pretenden es aumentar la recaudación del IBI al comprobar el error de haberla reducido previamente, otra vez «sin un estudio económico. Otro sinsentido», alegan.
“Para nosotros resulta incongruente que nuestro gobierno apruebe los presupuestos para 2022, hace apenas unas semanas, presumiendo de la faceta medioambiental de los mismos y a su vez los edificios municipales no tengan instalaciones solares o las tengan obsoletas, ni haya partidas para invertir en ello», afirman.
De hecho, prosiguen, el proyecto “faraónico” de la Casa de la Cultura solo tiene las instalaciones obligadas por ley desaprovechando la oportunidad de ir mucho más allá en la generación de energías limpias.
Además, nuestro pueblo no está dentro del Pacto de Alcaldías contra el cambio climático, propuesta nuestra aprobada en Pleno en 2017 y recordada en varias ocasiones, «este miércoles sin ir más lejos». Por no estar en este Pacto «se han perdido más de 100.000 euros en subvenciones», detallan. Tampoco ha cumplido con nuestra propuesta de contratar la electricidad municipal con una empresa de generación de energía limpia, aprobada también en Pleno en 2017. Estos son los datos. «El movimiento se demuestra andando y no hablando», aduce Orozco.
«Nuestro grupo Guanyem seguirá proponiendo estas y cuantas mejoras estime oportunas para lograr hacer de San Antonio de Benagéber un municipio de referencia en la apuesta por la sostenibilidad, el transporte público, el respeto medioambiental y la ayuda y asesoramiento a la ciudadanía para poder lograr estas mejoras también a nivel individual y comunitario, concluye el portavoz de la formación eco progresista», concluyen desde la coalición.