Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas en el mundo que padecen algún tipo de pérdida auditiva asciende a 1500 millones.
Si el dato es alarmante, más lo es que la misma organización indique que el 80 % de las personas afectadas superan la cincuentena.
La causa más habitual de la pérdida auditiva suele ser la presbiacusia, trastorno del que hablaremos a continuación y que se caracteriza porque, en su fase inicial, el afectado no percibe que está perdiendo capacidad de audición. De ahí la conveniencia de acudir a un centro auditivo cuando se cumplen los 50 años de edad.
¿Qué es la presbiacusia?
La presbiacusia se debe al envejecimiento natural de las células ciliadas del oído interno, que son las encargadas de transformar las vibraciones sonoras en los impulsos nerviosos que son interpretados por el cerebro.
La pérdida de audición provocada por la presbiacusia es gradual y progresiva. Dado que afecta principalmente a las frecuencias sónicas altas, los afectados tienen serias dificultades para captar los sonidos del habla, especialmente cuando se encuentran en ambientes ruidosos.
Consecuencias negativas
Cuando la presbiacusia es de grado avanzado, las personas afectadas tienen un mayor riesgo de sufrir problemas de aislamiento social, depresión, ansiedad y deterioro cognitivo. Además, también aumenta el riesgo de caídas y otros accidentes.
Diagnóstico
Para prevenir o detectar la pérdida auditiva asociada a la edad, lo más conveniente es recurrir a un profesional de la audición. Esto debe hacerse si tenemos la más leve sospecha de que no oímos igual de bien que antes o cuando cumplimos los 50 años, incluso si a esa edad pensamos que oímos perfectamente.
La prueba diagnóstica más empleada para comprobar el grado de audición en los centros auditivos es la audiometría, un procedimiento cómodo e indoloro que se realiza en unos minutos, y que se acompaña de un examen del interior del oído.
Si se detecta pérdida auditiva, pueden ser necesarias pruebas complementarias, caso de la impedanciometría o la otoemisión acústica. Añadimos que en muchos centros auditivos ofrecen a sus potenciales clientes la posibilidad de someterse a una audiometría y a un examen del oído de forma gratuita y sin ningún compromiso.
Tratamiento de la presbiacusia y de otros trastornos auditivos
En función de los resultados de las pruebas diagnósticas, se determina el tipo y el grado de pérdida auditiva, prescribiendo el tratamiento más adecuado. En algunas ocasiones, la pérdida de audición se debe a la existencia de tapones de cera en los oídos, cuya extracción es un procedimiento sencillo y sin complicaciones.
Si se confirma la existencia de presbiacusia, el tratamiento consiste en el empleo de audífonos para problemas de sordera. Estos dispositivos mejoran significativamente la audición y la calidad de vida de las personas con presbiacusia, siempre que sean prescritos y ajustados por un profesional que sepa lo que se lleva entre manos.
Además de los audífonos, existen otras opciones de tratamiento para la pérdida auditiva, reservados para casos de sordera muy severos o de otras etiologías. Algunas de estas soluciones son los implantes cocleares, los implantes osteointegrados y la cirugía del oído.