Varias especies de flora autóctona que cubren de verde los campos de cultivo mediterráneos como Oxalis pes-caprae (conocida según zonas como ‘agret’, agrios, agricos o trébol) y Arisarum vulgare (llamada por los agricultores ‘cresolera’, ‘rafa de frare’ o candilillos) están en el punto de mira de los jabalíes y otras especies de fauna salvaje cuya población se ha multiplicado sin control en los últimos tiempos
La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) advierte de que las manadas de jabalíes se expanden geográficamente en busca de alimento y agua, bajando de los montes a los huertos e incluso a las urbanizaciones y ciudades. Uno de sus manjares más anhelados son los bulbos de estas plantas, para lo cual hurgan en la tierra causando graves destrozos en los campos.