El Museo de la Rajoleria de Paiporta ha acogido hoy una jornada eminentemente práctica en la que el público está pasando de los conceptos a la acción. La sesión está arrancando con un bloque común al itinerario teórico —diferencias entre los tres tipos de WhatsApp, qué es realmente la inteligencia artificial y cómo se integra en los flujos de mensajería, y por qué la “tercera generación” basada en Cloud API ofrece más control, medición y escalabilidad— y, a partir de ahí, el taller se está transformando en un espacio de trabajo por equipos.
Tras esa base, el alumnado se ha organizado en grupos y ha seguido un guión de trabajo práctico claro: definir un problema a resolver, investigar y formarse sobre las piezas que intervienen en una conversación automatizada, y comprender la plataforma antes de construir nada. Con ese punto de partida, cada equipo ha dedicado el resto de la jornada a practicar con escenarios concretos que permiten interiorizar el uso profesional de WhatsApp de tercera generación. Todos ellos aplicables a comercios y pymes, para agilizar su día a día.
Uno de los equipos ha simulado la operativa de un restaurante y ha diseñado el flujo de mensajes para reservas y consultas frecuentes, desde la recepción hasta la confirmación y el cierre de la conversación. El objetivo ha sido reducir fricciones y documentar cada paso para que el sistema sea eficiente. Otro grupo ha activado un servicio de atención al cliente, configurando la bandeja colaborativa, el reparto de conversaciones y las reglas que garantizan tiempos de respuesta homogéneos en picos de demanda. Un tercer equipo ha trabajado el escalado mediante automatizaciones: plantillas verificadas, pasos de clasificación, derivaciones y puntos de handoff hacia un agente cuando la complejidad lo requiere, con especial atención a la trazabilidad.
A lo largo de la tarde se ha profundizado en decisiones que marcan la diferencia en la práctica: cómo estructurar la información para que la IA responda con precisión, qué métricas conviene medir —desde tasa de resolución a tiempo medio de primera respuesta—, cómo versionar y documentar los flujos y de qué manera coordinar roles cuando crece el volumen de conversaciones. El enfoque ha sido metodológico: sin demos cerradas ni recetas mágicas, aprendiendo haciendo y contrastando lo construido entre equipos.
Las preguntas del público han girando en torno a requisitos de alta y verificación de plantillas, buenas prácticas de etiquetado, conexión con herramientas de negocio y gobierno de la información. El equipo docente ha puesto el acento en la calidad del dato de partida y en la importancia de diseñar mensajes claros, medibles y consistentes con los objetivos de cada organización antes de ejecutar capas de automatización.
La actividad forma parte del ciclo impulsado por la Cámara de Comercio de Valencia junto a Ciudadano Conversacional e INCIBE Emprende, con el que empresas y profesionales están incorporando la comunicación conversacional apoyada en IA a sus procesos. En Paiporta, el objetivo se está cumpliendo de manera tangible: comprender la arquitectura y practicar en equipo cómo construir experiencias en WhatsApp que sean medibles, seguras y escalables desde el primer día.