Hoy, miércoles 7 de mayo, a las 12 horas, la Estación del Norte de València será el punto de encuentro de una concentración convocada por la plataforma Tren a Camporrobles y el sindicato CGT, con el respaldo de diversas organizaciones sociales y ecologistas. El acto reivindicativo tiene como objetivo denunciar el abandono progresivo del tren convencional en la Comunitat Valenciana y reclamar un servicio ferroviario digno, sostenible y accesible para todos los ciudadanos, especialmente en las zonas rurales.
Entre las principales demandas está la reapertura de la línea histórica Utiel–Cuenca–Aranjuez, clausurada tras los destrozos causados por la tormenta Filomena en 2021, y la prolongación de la línea C3 de Cercanías hasta Camporrobles, recuperando así una conexión ferroviaria que vertebró durante décadas el interior peninsular. Los convocantes critican que, mientras las inversiones millonarias se concentran en la Alta Velocidad, las líneas convencionales han ido perdiendo calidad y funcionalidad, con trenes que se suprimen a diario, obras que no mejoran el servicio y vehículos obsoletos que no permiten el acceso a personas con movilidad reducida ni el transporte de bicicletas en condiciones adecuadas.
Los convocantes recuerdan que los problemas de esta red no son nuevos. Desde los años ochenta, la línea Sant Isidre–Utiel–Cuenca fue perdiendo mantenimiento y servicios, hasta llegar al cierre tras Filomena, momento en que 75 puntos del trazado quedaron dañados y no fueron reparados. La sustitución del tren por autobuses fue, según denuncian, lenta, mal organizada e inaccesible para muchos usuarios. La posterior clausura del tramo Cuenca–Aranjuez en 2022, en el marco del llamado Plan X Cuenca, selló definitivamente la desaparición de una infraestructura ferroviaria básica para estas comarcas.
Las plataformas convocantes insisten en que la infraestructura aún existe y que su rehabilitación es técnicamente viable y económicamente asumible, con un coste estimado de 145 millones de euros. Una cifra que contrasta con los 23.500 millones que se han destinado a la Alta Velocidad desde los fondos europeos Next Generation, frente a apenas 700 millones para la red convencional.
Además de la recuperación de esta línea, los organizadores también reclaman un mayor número de trabajadores en Renfe y Adif para evitar supresiones de trenes por falta de personal, así como la reestructuración de horarios y frecuencias que prioricen el servicio público diario. Abogan por frenar las privatizaciones y fragmentaciones encubiertas de empresas públicas como Renfe Mercancías, o los intentos de traspasar la gestión ferroviaria a las comunidades autónomas, lo que a su juicio puede romper la unidad del servicio público ferroviario y generar desigualdades.
También consideran urgente una renovación integral del material rodante, con trenes modernos, cómodos, sostenibles y adaptados, así como la adecuación de estaciones y apeaderos. Rechazan que se sigan invirtiendo recursos en grandes proyectos que no mejoran el día a día de los usuarios, como el tercer carril entre València y Castelló, cuya ejecución ha generado más retrasos, supresiones y tiempos de viaje más largos.
Además de la protesta en València, ayer, martes, tuvo lugar otra concentración en la estación de tren de Utiel, en protesta por el cierre definitivo del tramo ferroviario que conectaba la localidad con Tarancón.
Con estas movilizaciones, las entidades organizadoras quieren volver a poner sobre la mesa un debate que consideran urgente: el del papel del ferrocarril convencional como herramienta de cohesión territorial, vertebración rural y transición ecológica real.