La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha revelado que el actual plan para el barranco de la Saleta busca «cumplir con una deuda histórica» que data de los años 60. En aquel entonces, la construcción del nuevo cauce del río Túria interceptó este barranco, y el ‘Plan sur’ original contemplaba la gestión de su cuenca, un aspecto que no se realizó en su momento.
Desde la CHJ indican que el objetivo del proyecto de la Saleta es restaurar los flujos hídricos que han sido alterados por la ocupación del territorio. «Si la Saleta terminaba en el antiguo río Túria, ahora debe desembocar en el nuevo cauce», explican. Además, subrayan que la propuesta de derivar 130 m³/s «no supone ningún condicionante a futuro», lo que garantiza que las obras no afecten la capacidad operativa del nuevo cauce.
El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, ha expresado su «lamentar» que la alcaldesa de València, María José Catalá, continúe sin considerar las opiniones de técnicos y científicos que respaldan el proyecto. Luján destaca la importancia de estas obras no solo por su carácter histórico sino también por la mejora en la protección de las pedanías del sur de la ciudad. Actualmente, las aguas de la Saleta se desvían hacia el sur a través de la carretera V-30 al no encontrar salida, pero con el nuevo proyecto, se prevé que esto cambie, «permeabilizando la V-30» y evitando que los flujos dirijan hacia dichas zonas.