El alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, ha exigido a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) una explicación detallada y rigurosa sobre la gestión del barranco de La Saleta y su papel en las inundaciones del pasado 29 de octubre, que dejaron seis fallecidos en el municipio. Durante una entrevista concedida hoy a la televisión autonómica À Punt, Luján ha señalado la falta de avances en las obras de desvío del barranco, una reivindicación histórica que lleva más de 40 años sobre la mesa.
“El problema es que solo con voluntades no vamos a ningún sitio”, afirmó Luján, quien recordó que este proyecto ha sufrido múltiples paralizaciones a lo largo de los años, incluyendo un bloqueo reciente durante el mandato del Botànic debido a un informe de la Conselleria de Medio Ambiente. Según explicó, este documento no prohibía directamente las obras, pero sí planteaba condicionantes que ralentizaron el proceso.
Priorizar a las personas sobre las cuestiones técnicas
Luján mostró su frustración ante las trabas burocráticas que han retrasado la canalización del barranco, argumentando que las soluciones propuestas, como integrar paisajísticamente la obra o soterrar el cauce, han priorizado otros intereses frente a la seguridad de los vecinos. “Es un tema de evitar que el máximo caudal posible pase por el casco urbano, donde hay personas. En Aldaia hay gente que ha muerto en su casa”, señaló, haciendo hincapié en que la protección de vidas humanas debe estar por encima de cualquier otra consideración.
El alcalde también criticó la falta de transparencia y de alertas tempranas durante la riada. Según explicó, a las 18:30 horas del día de la catástrofe se sabía que el barranco del Poyo —que desemboca en La Saleta— registraba un caudal de 2.300 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, esta información no se compartió con suficiente antelación para permitir medidas preventivas efectivas, como la evacuación de zonas de riesgo o la orden de subir a los pisos superiores de las viviendas.
Reclamo de explicaciones técnicas rigurosas
Luján insistió en la necesidad de que la CHJ elabore un informe detallado sobre lo ocurrido, una demanda que, según él, sigue sin respuesta. “Quiero que los técnicos de la Confederación me expliquen en detalle lo que ha pasado, porque en algún punto esa realidad tiene que tener consecuencias en las infraestructuras”, subrayó. Para el alcalde, solo con una evaluación técnica rigurosa se podrán identificar las medidas necesarias para evitar que una tragedia como esta vuelva a repetirse.
Asimismo, el primer edil criticó la invisibilidad del problema del barranco de La Saleta en el debate público y pidió que se aborde con la urgencia que requiere. “Parece que nadie quiere hablar más del barranco. Esto no puede seguir así. Necesitamos rigor, y sobre todo, necesitamos hechos. La gente de Aldaia está cansada de promesas”, afirmó.
Sacrificios temporales para evitar mayores pérdidas
Durante la entrevista, Luján destacó que las medidas provisionales adoptadas, como el uso de sacos de arena para contener el agua, son insuficientes y evidencian la precariedad de la respuesta actual. También lamentó que se haya priorizado la actividad agrícola en el tramo de Xirivella sobre la seguridad de los núcleos urbanos. “Con todo el respeto a la agricultura, que es básica, debemos priorizar a las personas. Es inadmisible que estemos en esta situación después de décadas de promesas incumplidas”, sentenció.
Una hoja de ruta prometedora, pero insuficiente
Según Luján, la Confederación Hidrográfica del Júcar se comprometió en una reunión reciente a licitar las obras del desvío del barranco durante 2025. Sin embargo, el alcalde se mostró prudente ante este anuncio, recordando los múltiples retrasos y bloqueos sufridos en el pasado. “Aceptamos las voluntades, pero lo que necesitamos son hechos. Hasta que no se inicien las obras, no podemos confiar plenamente en estas promesas”, aseguró.
El alcalde finalizó su intervención reiterando la necesidad de priorizar las actuaciones en infraestructuras clave para la seguridad del municipio y de mejorar la gestión de la información en situaciones de emergencia. Para Luján, lo ocurrido el 29 de octubre debe servir como lección para que, en el futuro, las autoridades competentes actúen con mayor celeridad y eficacia.