A un año de la devastadora DANA que afectó a la provincia de Valencia el 29 de octubre de 2024, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) ha hecho un balance crítico sobre la recuperación del sector agrícola. Según la organización, más del 40% de las explotaciones agrarias, empresas e infraestructuras continúan esperando su restauración, a pesar de los esfuerzos por parte de las administraciones, particularmente del Ministerio y la Conselleria de Agricultura.
Cristóbal Aguado, presidente de AVA-ASAJA, destaca que «las obras de reconstrucción van para largo» y recalca que «siguen pendientes las infraestructuras hidráulicas que la DANA ha evidenciado que hacían falta para minimizar el impacto ante futuras riadas». Las explotaciones ganaderas fueron priorizadas y casi todas han sido reparadas para continuar alimentando a los animales. Sin embargo, miles de hectáreas de cultivo, especialmente de viñas, cítricos y olivar, así como invernaderos y otros sistemas de riego, siguen sin ser completamente restaurados.
Para acelerar las reparaciones, muchos agricultores han solicitado ayuda del Ministerio, gestionada por la empresa pública Tragsa. Sin embargo, Aguado alerta sobre la tardanza en la recepción de dichas compensaciones, lo que retrasa aún más las obras. Algunos afectados no han sido incluidos en los listados de beneficiarios, lo que complica aún más la situación. Se estima que en el sector del arroz, alrededor de 120 hectáreas no pudieron ser sembradas y las reparaciones podrían extenderse por meses o incluso años.
Por otro lado, según la Confederación Hidrográfica del Júcar, más de 300 hectáreas de cultivo han quedado inoperativas tras la DANA y pasarán a formar parte del Dominio Público Hidráulico. AVA-ASAJA hace un llamamiento al Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) para que apruebe una línea adicional de ayudas que compense la pérdida de estas tierras.
Aguado manifiesta su creciente preocupación: «Un año después de la DANA, crece la preocupación por la lenta reconstrucción en las áreas rurales más gravemente afectadas». También subraya que Tragsa está centrando sus recursos en la red de caminos, mientras que los cultivos tardarán años en recuperarse. «Las cañas arrastradas de los barrancos también están brotando por todas partes y su erradicación será un gran problema», añade.
En cuanto a las infraestructuras hidráulicas, el presidente de AVA-ASAJA insiste en la necesidad de «acelerar la recuperación y realizar aquellas infraestructuras hidráulicas que venimos reivindicando desde hace cuarenta años». Propone la construcción de más presas, diques y canalizaciones, además de una gestión más racional de los cauces, que contemple una mayor limpieza.