La cosecha de cereza en la Comunitat Valenciana, cuya campaña de recolección se inicia en las próximas semanas, se verá reducida a la mitad como consecuencia de la meteorología adversa y los productores tendrán unas pérdidas cuantificadas en más de 8 millones de euros, según ha informado hoy la Unió de Llauradors.
Se trata de uno de los cultivos más afectado por las condiciones meteorológicas adversas de los últimos meses, fundamentalmente por la falta de horas frío necesarias durante el invierno.